Es algo que parece ridículo, pero es verdad, trabajar con muchas personas del sexo opuesto aumenta las probabilidades de divorciarse.
De acuerdo con un estudio realizado en Dinamarca, los patrones de divorcio en el país danés revelaron que los hombres con mayor grado educativo son más susceptibles a esta tendencia, y que uno de los factores que incide en ello es la variedad de personas con las que se convive en el ambiente laboral.
De hecho, Dinamarca tiene el mayor porcentaje de madres que dejaron de trabajar y después regresan a la fuerza laboral, publicó la revista Science.
Para el desarrollo de la investigación, se recolectó información de parejas que se casaron entre 1981 y 2002, así como datos sobre sus empleos.
Otro de los resultados del estudio fue que cerca de 100 mil de las parejas del estudio, se divorciaron.
El riesgo de separación matrimonial aumentó conforme incrementaba la proporción de compañeros del sexo opuesto con quienes se convive en los empleos.
Los hombres que trabajaron casi sólo con mujeres tenían cerca de 15 puntos porcentuales más de probabilidades de divorciarse, en comparación con quienes laboran en su mayoría con varones.
En el caso de las mujeres que trabajan en su mayoría con hombres, el resultado fue de alrededor de 10 puntos porcentuales.
Esta tendencia se identificó más en hombres con mayor nivel educativo, cuyo riesgo de divorcio era cercano al doble que el de sus pares con menos preparación profesional, con un matrimonio y circunstancias laborales similares.
Las tasas de divorcio más altas se registraron en entornos ocupacionales en donde laboran más jóvenes del sexo opuesto.
Los investigadores coincidieron en que tener diversas oportunidades para socializar con el sexo opuesto en el trabajo, puede contribuir a la inestabilidad del matrimonio, sin embargo, esto sólo es un factor de riesgo.