Messi no le bastó a Argentina

Argentina le dio la razón a Ramón Díaz, argentino que dirige a Paraguay y que avisó en la víspera que el duelo entre ambas se decidiría a través de “cómo se levante Messi”. Leo acudió al partido con hambre. Y Argentina debutó con grandeza… O eso pareció hasta que se hundió y le dio vida a los guaraníes. Y Messi no fue suficiente.

Argentina acudió a la Copa América de Chile con el vestido de favorita pero su interpretación de su partido inaugural fue tan nefasta que acabó por pagar sus pecados. Dominó con presteza la primera mitad, en que pudo hasta golear, y se entregó a la mediocridad en la segunda, en un partido roto y en el que se hundió de manera lamentable, para acabar pagándolo de mala manera.

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La explicación se adivina difícil y los argumentos impensables. Pudiendo degollar perdonó de tal manera que le dio vida al rival. Messi llevó las riendas de principio a fin, pero si primero estuvo acompañado de sus compañeros, acabó dando la sensación de jugar solo. Y a partir de ahí se silenció su fútbol y se escuchó el grito de guerra guaraní.

La albiceleste se encomendó al liderato de Leo y a la desgracia de Miguel Samudio para sentenciar en 36 minutos, los suficientes para que el lateral del América de México le regalase una asistencia de oro a Sergio Agüero primero y se apoyase en el hombro de Di María dentro del área después. Resultado, el 1-0 del Kun a los 29 minutos y el penalti transformado por la Pulga a los 36.

Y aún tuvo fortuna Paraguay de la piedad de Wilmar Roldán, el árbitro colombiano que a los 40 no quiso señalar un penalti aún más claro de Paulo da Silva sobre… Messi.

Argentina se había bastado para sentenciar la victoria en la primera mitad y poco imaginó el sufrimiento que llegaría a padecer después. Acortó distancias Valdez con un obús, se ahogó Banega, se perdió Di María, se fue a por todo Paraguay, se rompió el partido y Paraguay pasó del barrido al milagro.

Igualó en el último suspiro el equipo paraguayo porque para entonces Argentina ya era un equipo desdibujado y sin capacidad ninguna, entregado a Messi pero desgobernado a su lado.

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