Caldero Político

Con los bolsillos vacíos quedan los mexicanos luego de tanta fiesta y celebraciones que tenemos en el calendario. Si bien los políticos son otra cosa y llegan a sus cargos con las bolsas vacías pero salen (algunos) con las alforjas llenas de billetes, los ciudadanos comunes carecemos de todo dado que la mercadotecnia nos  endilga festines a cada momento, difíciles de superar por la tradición.

Y la gente que no perdona a los políticos les abastece de epítetos y calificativos distintos. Aseguran los críticos sociales siempre acertados que los políticos se parecen a la Moringa o al Nopal, ya que ‘cada día se les descubren nuevas propiedades’, argumentando que los dedicados a la polaca se hacen de bienes muebles e inmuebles cada vez que pueden y los dejan, por medio de la corrupción, vaya usted a saber. Y también de centavitos extras.

Pues bien, este martes celebraron el Día de la Madre tanto los que la tienen como los  que  la perdieron pero la recuerdan con cariño y veneración. La festividad fue con una soberana borrachera, con una misa o comida, o cuando menos con un bailongo rociado de ambarinas.

Y faltan el Día del Padre, el Día del Maestro, el Día del Estudiante, el Día del Estudiante Técnico y el Día del Burócrata, luego de haber pasado por el Día del Trabajo, el 5 de Mayo y el 3 de mayo que es Día de la Libertad de Prensa y de los albañiles.

Puras fiestas, puros gastos y derroche por doquier. Vimos en redes sociales que este año hasta vehículos nuevos regalaron sus hijos a las jefas del hogar, amén de electrodomésticos, viajes, ropa, celulares y un sinfín de obsequios. Por eso quedamos endeudados y con los bolsillos vacíos.

Aprovechamos para recordar que el 10 de mayo es el Día de las Madres luego de que fue instituido por don Rafael Alducín, director general del periódico Excélsior, quien decidió celebrar a las madrecitas cada diez de mayo, como ha ocurrido, para que los comerciantes vendieran más, sobre todo alcoholes y uno que otro platillo elegante. Lo que menos importa es la madre, lo transcendental es el consumismo y provocar que en aras del ‘amor maternal’ todos gastemos hasta lo que no tenemos.

El mismo pueblo asegura que los poderosos, política y económicamente, sencillamente no tienen  madre, en el sentido peyorativo que usamos los mexicanos, porque su afán es enriquecerse y encumbrarse a costillas de la gente. Quién sabe, pero eso se dice.

Como decimos, se acerca el Día del Maestro donde hay que hacer gastos porque el niños debe llevar su regalito al mentor además de cooperar para las fiestas y festivales; y los gobiernos a prepararse para el Día del Burócrata donde echan la casa por la ventana pagando música, regalos y pagan el tradicional ‘Bono del Burócrata’ que consiste en cuando menos, sino es que más, un MES de salario, fíjese usted. Aparte se aprueba el asueto y no pueden faltar los regalos, autos, viajes y hasta casas. No se olvida  el Día del Estudiante y muchos festejos más que NOS CUESTAN a todos los nayaritas que pagamos impuestos pero que permiten que se luzcan los gobernantes y políticos con sombrero ajeno. Y las familias con los bolsillos vacíos y con las boletas de empeño guardadas para refrendar y pagar elevadas cantidades a los usureros para recuperar sus prendas empeñadas  o perderlas. Triste realidad, muchas fiestas pero la pobreza presente en los hogares. Para evadir esta realidad ahí están los bailes, como el del día 20 de mayo con la presencia del poeta del pueblo ‘El Buki’ Marco Antonio Solís en donde habrá de gastarse quien asista, en chupes, comidas, el boleto, los sombreros y la dama.

Así es que, a seguir con las bolsas vacías mientras otros muy tranquilos llenan las propias para salir bien forrados al terminarse su gestión.

Ni modo.