Ojo Clínico
Por Dr. Polo Domínguez.
Amigas y amigos, es un gusto saludarlos y compartirles mi Ojo Clínico de esta semana.
Una vez más aprovecho este espacio, para reiterarles a título personal y sumarme al exhorto que por su parte ha venido haciendo insistentemente el gobernador Antonio Echevarría García, para mantener las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de Salud, además de quedarnos en casa el mayor tiempo posible, evitando con ello que sigan incrementándose los casos de contagio de Covid-19.
Y es que lamentablemente la triste realidad de esta pandemia ya nos alcanzó. No obstante que los nayaritas fuimos de los primeros en el país en adoptar las medidas preventivas para evitar la propagación de este virus y por tres meses suspendimos prácticamente todas las actividades comerciales, productivas y laborales en nuestro estado, incluso a costa del fuerte impacto que ello tendría en nuestra economía, hoy las cifras oficiales nos obligan a no bajar la guardia y continuar confinados a fin de garantizar el bienestar de nuestras familias.
Durante estos tres meses casi mil 700 nayaritas han sido confirmados con Covid-19. De ellos, más de 600 casos siguen diagnosticados como “activos” y han perdido la vida a causa del Covid-19 alrededor de 200 personas, de las cuales, preocupantemente más de la mitad fallecieron en los primeros 27 días del mes de junio, rebasando con ello las estimaciones que en un inicio habían hecho los especialistas y que calculaban algo así como 80 decesos durante ese mismo periodo.
No obstante las medidas adoptadas y los esfuerzos institucionales que sobre este tema se han instrumentado, nadie estábamos preparados para lo que hoy estamos enfrentando, pues nadie ni siquiera sabíamos cuál sería su impacto por tratarse de un nuevo virus y tampoco conocíamos cuáles pudieran ser los alcances del daño que habría de causar.
La dolorosa experiencia por la que muchos mexicanos y en particular muchos nayaritas han atravesado, nos indica que se trata de una enfermedad que los propios pacientes más graves han descrito como un cansancio profundo, con un fuerte dolor en el pecho y con severos problemas para respirar, lo que por desgracia en muchas ocasiones deriva en un coma inducido y una intubación a un respirador artificial y sólo uno de cada diez pacientes intubados logra sobrevivir.
Es por eso que considero oportuno, una vez más, insistir en este llamado a todas y todos los nayaritas, para que juntos nos sumemos al esfuerzo del gobierno en contra de esta pandemia y atendamos las recomendaciones sanitarias que de manera reiterada nos han hecho las autoridades.
Quedémonos en casa el mayor tiempo posible y salgamos sólo para realizar aquellas actividades que consideremos verdaderamente esenciales. Acostumbrémonos a utilizar correctamente el cubrebocas, mantengamos una distancia de 1.5 metros entre cada persona y lavémonos las manos constantemente.
Nosotros podemos evitar que las muertes continúen en aumento. De nosotros depende que esta difícil situación llegue a su fin lo más pronto posible. No bajemos la guardia.
¡Juntos, saldremos adelante!.