No dejen llegar la marejada

Véritas Liberabit Vos

Prácticamente está todo listo para que el martes ocho de noviembre se lleven a cabo en los Estados Unidos la edición 58 de elecciones presidenciales, tal vez las más controversiales desde su fundación como nación independiente en 1776 bajo el cobijo de “God bless América”.

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Y menciono lo especial de las mismas dado las características propias de cada uno de los candidatos que la semana pasada fueron asumidos como tales en sendas convenciones Demócratas y Republicanas que vinieron a consolidar lo que ya era un hecho inminente desde algunos meses atrás, puesto que la intención del voto en cada uno de los delegados de distrito estaba más que anunciada, y así la Convención del Partido Demócrata eligió a la ex Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton como su candidata a la Presidencia y al Senador por Virginia Tim Kaine como Vicepresidente, por el lado del Partido Republicano, los electores ratificaron el triunfo del polémico y mediático empresario Donald Trump como aspirante a ocupar la Casa Blanca y quién lleva en la fórmula al actual Gobernador de Indiana Mike Pence en la Vicepresidencia.

En cualquiera de ambos casos quien obtenga la Presidencia del país más poderoso del orbe marcará una diferencia que contrasta con las cincuenta y siete elecciones anteriores; que de ganar el Partido Demócrata, será la primera vez que el país de las barras y las estrellas será gobernado por una mujer, ya este mismo partido  hace ocho años entronizó al primer Presidente de color en la figura de Barack Obama superando así toda la estela de dolor que en ese país causo la discriminación de la gente de su raza dándole a los norteamericanos y al mundo una lección de respeto y dignidad; de igual forma colateral a ello convertirá en ¿Primer hombre?, ¿Primer caballero? O como se vaya acuñar este término de nueva creación encarnado en su esposo Bill Clinton a su vez ex Presidente de este país que abarco dos períodos de 1992 a 2001, año en que entregó la estafeta al Partido Republicano, dos consecuencias más que traería para la anécdota histórica; de esta forma tal como se describe ella misma en su perfil de twitter “la esposa, madre, abuela, mujer, defensora de los derechos de las mujeres y de los niños, primera dama, senadora secretaria de Estado, ícono de peinado, aficionada a los trajes de saco y pantalón” será la candidata presidencial demócrata para 2016.

En el caso de los Republicanos lo que para muchos era una leve ola tomó fuerza y se convirtió en un tsunami que contra todos los pronósticos tomó fuerza y se fortaleció de tal manera que fue superando todas las vicisitudes de cada Convención para erigirse como el ganador absoluto, Donald Trump un empresario millonario llega a la candidatura sin haber sido jamás electo a ningún puesto de elección popular, con una ínfima experiencia política pero arropado en un juego mediático y provocador que hace ganar adeptos entre el sector conservador y ortodoxo y ser repudiado por los sectores que se han sentido ofendidos por sus exabruptos dedicados a los inmigrantes especialmente a los mexicanos, hacia los musulmanes y toda aquél que no cuadre dentro de su esquema por demás exclusivo y poco integrador.

Trump ha sabido mover los hilos necesarios para despertar ese supuesto sentimiento “pro yanqui” amodorrado y guardado en las capuchas de los KKK (Ku Klux Klan) o de los que levantan muros de ignominia y ha utilizado su tesoro mediático para llenar de retos y agresiones a los cuatro vientos, sin embargo estas redes por donde transitan la mayoría de sus peroratas, también pueden ser su rival principal si los ánimos se exacerban, recordemos que justamente una de las campañas mejor manejadas vía virtual fue la del actual Presidente Obama.

Es agosto y las plataformas electorales han quedado listas con sus fórmulas definidas, para lograrlo en el caso del Partido Demócrata fue necesario la intervención a mi punto de vista muy favorable de la Primera Dama Michelle Obama quién de una manera sencilla y emotiva dirigió un discurso en que en forma más familiar que política debatió algunos de los puntos principales de la tesis de Trump, así mismo el discurso del ex Presidente Clinton y el cierre muy a lo clásico y empático del Presidente Obama fortalecieron la imagen de una candidata que por ganar adeptos naufragó un poco en las posturas radicales de este Partido referente a los derechos de los no nacidos, situación que prendió focos de alerta en los dirigentes Demócratas.

Por su lado Trump ha vuelto a encender la polémica al sacar a la luz el tema de los más de 30 000 emails comprometedores de los tiempos en que Hillary Clinton era Secretaria de Estado y que ante los visos de una investigación ella borró antes de que esta comenzara, por esa razón Trump hizo un llamado al Presidente ruso Putin para que ordene un acceso ilegal a los servidores de internet de los Estados Unidos y busque esos emails comprometedores para la candidata Clinton.

Toda una trama que continuará en estos meses previos que será de duros choques y de una guerra sin cuartel ya una vez sabiendo cuáles son los puntos álgidos de cada candidato las baterías se enfocarán hacia ellos y  veremos el ataque en cada flanco vulnerable y en cada movimiento que se pudiese darse en falso, ambos equipo y asesores deberán ser muy sumamente cautelosos ante cada embate porque ya lo dijo un político mexicano, “No dejen llegar la marejada porque nos puede llevar la…” y no creo que ninguno de los dos lo desee.

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