No hay mucho que celebrar

Simples Deducciones

Inició un nuevo año, la mayoría de las personas cargaron energías gracias a las  vacaciones, descanso, y reuniones con seres queridos —que fueron algunos de los sucesos más recurrentes en días pasados—; pero decenas de familias no celebraron el Año Nuevo, al contrario, lo iniciaron con un nudo en la garganta, con el dolor de haber perdido a un familiar, amigo o conocido.

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En las últimas dos semanas cerca de 20 nayaritas fallecieron únicamente en accidentes vehiculares, en los que influyó —sobretodo— el consumo del alcohol y el uso del celular de manera imprudente.

¿Será que somos tan desconsiderados que se nos olvida que al manejar en estado de ebriedad ponemos en riesgo no sólo nuestras vidas sino la de las demás personas? ¿Qué es lo que hace falta para que este tipo de situaciones dejen de ser una constante? ¿Penas más severas, retenes, alcoholímetros en cada esquina?

Niños, jóvenes, y personas de todas las edades dejaron a sus padres, hermanos e hijos desamparados y con un sufrimiento que por las fechas pareciera agudizarse más; iniciaron el 2016 de muy mala forma y con la amenaza incluso de ser parte de las estadísticas de otro problema que ataca a la sociedad, el suicidio, tema que desafortunadamente estuvo presente en días pasados y del cual ya hemos hablado en este espacio.

Pese a los operativos de los tres órdenes de Gobierno en la mayoría de las carreteras, tanto estatales como federales, se presentaron accidentes vehiculares, los decesos son pocos en comparación a las decenas de personas que únicamente se lesionaron y que también pasaron una complicada Navidad o Año Nuevo.

Es cierto, no hay mucho que celebrar en este inicio del 2016, las autoridades tienen que hacer más de lo que están haciendo; los creadores de las leyes como los Diputados están muy dispersos en este asunto, los Regidores y los gobiernos en general ocupan entrarle al tema; impulsar penas más severas para quien maneje en estado de ebriedad.

Destinar más recursos para la prevención de los delitos en donde se incluyan campañas de concientización a la sociedad sobre el riesgo de conducir un vehículo bajo los influjos del alcohol; legislar el uso del celular mientras se conduce, entre otras cuestiones, se trata pues de buscar y encontrar soluciones.

Muchos de los que fallecieron en los accidentes vehiculares no consumieron una sola gota de alcohol, ni descuidaron el volante con el celular,  es decir, quienes provocaban los accidentes, esos que sí iban alcoholizados resultaban sólo con daños o lesiones, no obstante asesinaron a otras personas con sus actos.

Todo eso se puede evitar si sencillamente dejáramos de ser irresponsables y comenzáramos a respetar las vidas de los demás. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo juanfechavez@gmail.com

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