No todos somos corruptos

La verdad… sea dicha

Qué tal, amigo lector; hoy es jueves 8 de febrero, día de San Emiliano. Nuestro Premio Nobel de literatura, el genial Octavio Paz, siempre creyó que la corrupción era herencia de nuestros ancestros, y no se equivocó, pero también aseguraba que al compartir esa corrupción, significaba la condena general para los de la tierra azteca, palabras dichas como si todos los mexicanos fuéramos corruptos; bueno, era el pensamiento del escritor en el siglo pasado. La corrupción existe, no hay ninguna duda, por mucho que tratemos de ignorarlo, de matizarlo, de disfrazarlo, es el terrible mal que lacera las entrañas de la nación mexicana, aunque las voces que son públicas lo expresen muy a su conveniencia. Los políticos por ejemplo, aducen que hablar sobre el tema es hacer la guerra sucia con fines electoreros, hay tela de donde cortar, cada mes surgen funcionarios y ex funcionarios del gobierno disfrutando de millones de pesos que han hurtado del erario. Luego, cuando llegan las elecciones, como ahora que está en juego la Presidencia  de México, el tema de corrupción se lanza  a la opinión pública como anzuelo para jalar adeptos; y así, como en un juego de medias verdades y medias mentiras, los políticos colmilludos tratan de demostrar que los bandidos están en el vecindario contiguo, entonces viene a los ojos, a la mente, y a todos los sentidos de los electores una inmensa ola de promesas positivas con las que se intenta tapar esa costumbre inaceptable de fregar a la nación. Los mexicanos no debemos guardar el descontento, la aflicción, porque entonces sino decimos nada, sino hacemos el recuento de los daños, estamos destinados a sufrir la misma pena, a seguir maniatados por estos gobernantes sinvergüenzas y garañones a quienes les importa un comino el asunto de la honestidad; al fin que como siempre se dice, en México todos somos corruptos. Aseveración que no comparto.

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UNA ANÉCDOTA SOBRE EL GRAN JULIO CÉSAR CHÁVEZ

Ahí estaba yo bien apersonado en la sala de prensa de un conocido hotel de esta ciudad de Tepic; me hicieron la invitación, y aunque no sé qué carajos tenía  que hacer en un evento netamente deportivo, de todos modos cumplí para no despreciar las finísimas atenciones de quienes me invitaron. Se trataba de la promoción boxística de la pelea estelar que fue protagonizada por Omar Chávez, el hijo del gran Julio César Chávez, el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos. Fue una conferencia como todas; el informe, las preguntas y respuestas, la clásica foto oficial, la foto con los admiradores, y la conocida sonrisa siempre fingida de las estrellas del deporte. Debo reconocer que la presencia de Julio César Chávez impone, la leyenda del boxeo  significa mucho para quienes hemos seguido su fenomenal carrera, él es el vivo ejemplo del esfuerzo y la tenacidad para ser un exitoso. Indudablemente su vida ha estado llena de altibajos, pero indiscutiblemente es y será el ídolo de los mexicanos.

Confieso que estuve maravillado de tenerle cerca, apenas a cinco sillas de distancia, lo suficiente para escuchar lo que el monarca del box platicaba íntimamente sin el asedio de los micrófonos y las cámaras. Durante la sección de preguntas y respuestas, al parecer un suspicaz comunicador le preguntó a una de las autoridades del deporte alguna imprudencia, porque Julio que escuchaba atento volteó con su compañero de mesa y le comentó, literalmente, “qué pregunta tan pendeja”. Yo me quedé admirado; el gran Julio, el hombre que seguramente ha tenido oportunidad de estar ante los medios informativos más importantes del mundo, con la gente más famosa y las cadenas televisivas de primerísimo nivel, cómo puede expresarse de esa manera, algún asunto habría de tener en mente para haber dejado escapar tamaño improperio que por fortuna no escuchó el periodista. Una insolencia que le perdonamos por ser la figura que es, y lo mucho que el hombre le ha dado al boxeo de México y el mundo. Claro que el florido lenguaje del gran Julio César lo conocemos todos.

DEL PODER JUDICIAL DE NAYARIT Y SU ACCIONAR

En la Segunda Sala Penal del TSJ fueron resueltas 27 apelaciones a sentencias de primera instancia. En su tercera sesión pública ordinaria, la Segunda Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Nayarit resolvió veintisiete apelaciones a sentencias definitivas de juzgados de primera instancia, la tercera parte de las cuales están relacionadas con el delito de robo. Del total de apelaciones, la sala que preside el magistrado Ismael González Parra y también conforman los magistrados Miguel Ahumada Valenzuela y Raúl Gutiérrez Agüero, resolvió otras cinco relacionadas con el delito de lesiones y tres con cada uno de los siguientes ilícitos: daño en propiedad ajena, homicidio y delitos contra la salud; dos más relacionadas con despojo de inmuebles y las restantes, con delitos de tránsito ejecutados por conductores en estado de ebriedad y fraude.

Por cuanto al sentido de las resoluciones, cabe precisar que dicho órgano jurisdiccional confirmó veintiún sentencias de primera instancia, revocó tres y ordenó la reposición del procedimiento en otros tres casos.  Cabe precisar que en dos de los mencionados asuntos, el pleno de la Segunda Sala Penal ordenó la inmediata libertad de las personas procesadas; en uno de dichos casos, los magistrados consideraron que no se acreditó el engaño en el delito de fraude, motivo por el cual fue absuelto el ciudadano apelante; en el otro asunto estimaron que no se acreditó la existencia del delito contra la salud en su modalidad de posesión simple de estupefacientes. El magistrado González Parra indicó que con los asuntos hoy resueltos la Segunda Sala Penal, que de hecho inició funciones en noviembre pasado, está prácticamente al día en el trámite de las apelaciones sometidas a su consideración y solicitó al personal adscrito a dicho órgano jurisdiccional a mantener su esfuerzo para dar cumplimiento al artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativo a la administración de justicia de manera pronta, completa e imparcial.

CAFETEANDO LA NOTICIA

Parece que los priistas ya se pusieron las pilas y ahora sí buscan mantener la unidad partidista, de tal modo que esta semana cuadros distinguidos encabezados por Luis Alberto Acebo, el dirigente de la CNOP conformaron un equipo de trabajo que está recorriendo los veinte municipios del estado para reencontrarse con la militancia priista y así intentar ganar las próximas elecciones federales. Andan como se dice coloquialmente, sudando la gota gorda. Bien por ellos, aunque eso de la unidad partidista se oye como algo muy difícil de lograr. También los del PAN por su parte han iniciado su trabajo proselitista, pues este próximo domingo realizarán su jornada de proceso interno en el que mediante votación democrática interna ratificarán el registro único de Ricardo Anaya como candidato que va a representar la coalición “Por México al Frente” que integra PAN, PRD, Y Movimiento Ciudadano. Al que traen a teco y gaita es a Andrés Manuel López Obrador del partido Morena, pues sus adversarios políticos pondrán en funcionamiento un portal de internet para dar a conocer su faceta más oscura, lo que no saben es que para eso de la guerra sucia el llamado “Peje” ya tiene mucho callo. Hasta pronto. Para comentarios robleslaopinion@hotmail.com

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