Caldero Político
Entonces, amigos, hay que tener en cuenta la incertidumbre geopolítica que se notará en los 20 municipios y distritos electorales así como en las demarcaciones de cada municipio, hasta en las regiones de acuerdo a su connotación política, económica y social. Los que lleguen traen un paquete de ideas, propuestas y programas que impactarán ya sea para bien o para mal.
Es un hecho, entonces, que luego del 18 de agosto (con la llegada de los nuevos diputados) y del 19 de septiembre (con el arribo, así se dice aunque no lleguen del cielo) del Gobernador, alcaldes y diputados), Nayarit se va a mover en un mundo de incertidumbre que viene asociado también con el cambio; como decíamos , se desplazará el centro de gravedad (los actuales gobernantes con su poder e influencia) para que los ojos se centren en los nuevos gobernantes que llegan con otra visión y propuesta. El Rey ha muerto, viva el rey, se canta en todos los confines de Nayarit, así de fácil como un ciclo que debe vivirse.
Don Emilio siempre pugnaba porque en el estado hubiera unidad y organización para salir todos adelante, además de llevar el pueblo al poder. Rigo abrazó las pequeñas grandes obras e impulsó el desarrollo de las comunidades; Ney demandaba que lloviera parejo para que todos nos mojaramos y que los hogares fueran felices. Don Toño, en su tiempo, adelantó que la política tapaba la economía y que un estado con elecciones constantes no era el más indicado para generar progreso. Don Rogelio se pronunció por la seguridad a costa de lo que fuera y Celso Delgado puntualizó su mirada en el turismo y el desarrollo económico a partir de lo que en su etapa Roberto Gómez Reyes fijó como ‘Nayarit Hospitalario’.
Recientemente Roberto se pronuncia por hacer historia en el presente y dinamizar la economía con obras, bulevares, calles, carreteras y estadios.
Todos los mandatarios han dejado huella y corresponde a cada cual juzgar lo actual y lo pasado.
Ahora, es muy importante avanzar con los acuerdos para atraer la inversión nacional y extranjera, potenciando la infraestructura; abrir espacios para el financiamiento y crear más oportunidades en la región, dejando de lado beneficiar a cercanos. Se ocupan empleos y fortalecer las instituciones, pagar las deudas y abrir otras expectativas para el desarrollo donde todos estén incluidos.
Ya veremos qué pasa luego de que los nayaritas salgan de la notable incertidumbre que se respira y que pronto obtengamos la tranquilidad que garantizará el nuevo gobierno con decisiones y esquemas acertados en todos los ámbitos.
El cambio, desde luego, debe ser para mejorar, no para seguir igual. SALUDOS.