¿Pensiones al despeñadero?

Con Visión Ciudadana

A la entrada de la Zona Metropolitana de Guadalajara, al igual que tantos otros casos se erige un colosal elefante blanco, un elaborado complejo de departamentos en el cual se invirtió una verdadera fortuna para su construcción, en su momento la obra “más que justificada” por los juegos panamericanos celebrados en Jalisco hace algunas primaveras, se cacareo como la mejor inversión en la vida de los trabajadores del IPEJAL, (Instituto de Pensiones de Jalisco), los departamentos del edificio al terminar la justa deportiva serían vendidos a un precio considerable, dada la historia y plusvalía que daría el evento de los juegos panamericanos, parecía un negocio redondo, pero lo cierto es que en el afán de justificar el negocio, se ocultó información o mejor dicho se guardó hasta en tanto los medios la descubrieron, situación que tristemente encuentra un peligroso parecido con el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.

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De aquel proyecto tan ambicioso que daría grandes rendimientos a los inversionistas, hoy solo está un cascaron que desde hace bastante tiempo ha entrado en un periodo de notorio deterioro, obviamente mantener en buen estado un complejo tan grande requiere de fuertes sumas de dinero, las cuales de ninguna manera accederán a un proyecto tan problemático, la realidad es que esos miles de millones de pesos están en la congeladora esperando perderse por completo o que sean rescatadas migajas por los inversionistas, el obsceno costo del nuevo aeropuerto y la actual situación, debe ante todo hacer sonar todas las alarmas entre los inversionistas principalmente de las Afores de miles, que digo miles, millones de mexicanos que recientemente se ha enterado que una buena parte de sus ahorros penden del hilo de la voluntad de quien parece será el próximo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, quien con su debida justificación se opone tajantemente contra el aeropuerto y ha prometido cancelar el proyecto en cuanto llegue a la residencia oficial de los Pinos, convirtiéndose en un estandarte de su campaña, tal como el muro de Donald Trump en su momento.

Si bien el Gobierno Federal ha salido de forma notoriamente expedita a revelar cuanta información ha sido posible respecto al proyecto, lo cierto es que ya existe un tufo inamovible entre la población, de que algo se hizo mal, de que muy probablemente el proyecto no llegue a buen puerto y sobre todo que miles y miles de mexicanos perderán una parte de su patrimonio, si en su momento es culpa de AMLO por echar abajo el proyecto del actual presidente Peña Nieto por hacer una pésima movida, lo cierto es que los pensionistas ya están en una camisa de miles de millones de varas, de la cual difícilmente saldrán bien librados.

Ciertamente una inversión siempre conlleva un riesgo y mientras mayor sea el rendimiento por lo regular mayor es el riesgo, sin embargo, en este tipo de proyectos inmobiliarios auspiciados por el propio gobierno, parecería o se pensaría que existe un alto grado de corresponsabilidad para llevar a buen puerto el proyecto, aunque la realidad es que el dinero de las pensiones de miles de personas parece más, se usa como un fondo de caja chica que como el futuro patrimonial de gente que pone años y años de su vida para tener un futuro seguro.

Si el aeropuerto continua o se detiene en seco cuando llegue AMLO al gobierno no sabemos con certeza, la única realidad cierta es que los pensionistas de las empresas que invirtieron el dinero en el aeropuerto están ya en un serio predicamento, ¿será acaso que sin saberlo los habrán llevado al despeñadero?

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