Caldero Político
México y Nayarit (Tepic) pueden construir las bases para elevar la confianza como principal motor de su desarrollo, y comenzar a ver resultados. La confianza colectiva de un país se puede construir para sostener al mismo tiempo la estabilidad y el progreso, obligando a que sus líderes apliquen conductas positivas y no gobiernen con demagogia y simples palabras.
Desconfianza en todos lados
La sociedad ya no confía en partidos políticos ni en las instituciones ni en personas que siempre la han engañado. Por eso dicen: políticos NO, ciudadanos SÍ. Es el tiempo de las decisiones colectivas y acertadas. Por ejemplo, si la obra pública se hace con el criterio de muchos ciudadanos y no de unos cuantos políticos, sería mejor. Si se equivocan las mayorías está bien, son las mayorías. Ahora se hacen obras por antojo del gobernante, por intereses financieros o de puro relumbrón, sin tomar en cuenta la opinión de los beneficiarios que a la mejor quieren otras y no las que están en marcha.
¿Puede un pobre matar el hambre dando mordidas al pavimento?
Corrupción e impunidad
Los ciudadanos y candidatos independientes que proclaman CERO TOLERANCIA A LA CORRUPCIÓN, ganan terreno, porque la sociedad está harta de políticos corruptos y saqueadores.
Hay una crisis de confianza. Acabar con la corrupción permitirá a los gobiernos tener más dinero para hacer obras y sacar adelante los diversos programas en marcha, aunado a mejorar los servicios públicos.
En México y en Nayarit se tienen que cambiar las formas de hacer las cosas porque fue ese comportamiento lo que dañó la confianza, y esto lleva tiempo de recuperar, al menos que se dé marcha atrás y se recule en el procedimiento.
Las ciudades necesitan promotores del cambio y la transformación que les ofrecen más agua, atacar la corrupción desde la raíz, acabar con los baches en las calles y promover ciudades, como Tepic, más limpias, de las que nos sintamos orgullosos. Atención clara, directa y sin demagogias a los adultos mayores y que el pueblo disfrute de más iluminación en barrios, colonias, ejidos y comunidades. Que el gobierno respalde a las mujeres y a los jóvenes y que el dinero del pueblo se maneje con transparencia y honestidad.
Los corruptos se disfrazan
Triste papel juegan los corruptos de siempre, los políticos de siempre, que se disfrazan de honestos y de limpios, cuando traen un pasado lleno de saqueos, abusos, acaparamiento y hurtos al por mayor. Son caciques, amantes de quedarse con las cosas ajenas y siguen pegados a la ubre, pero salen ante el pueblo diciendo que eso mismo van a combatir, soltando aquí y allá mentiras. Ya es tiempo que el pueblo limpie la ciudad y el estado de basura y de corruptos. Nada detiene al pueblo si es que ya no desea contar con esas sanguijuelas que lo han explotado por años. Una limpia sería muy buena para transformar los municipios y el estado en general, y eso se puede hacer mediante el voto el próximo 4 de junio.
Por eso consideramos que las propuestas frescas y renovadas de los candidatos genuinamente y verdaderamente ciudadanos están por encima de las que hacen los políticos de siempre que se resisten a jubilarse o quedar fuera de las esperanzas del pueblo. El voto puede decidir el rumbo y el destino del estado.
VEREMOS Y DIREMOS.