El 63 por ciento de los agresores fueron grupos armados
Durante el pasado proceso electoral, 8 de septiembre de 2017 hasta el 1 de julio de 2018, en el que se eligió un Presidente y tres mil 400 cargos de elección popular, ocurrieron 523 homicidios (al menos dos por día), de acuerdo con el Séptimo Informe de Violencia Política de la consultoría Etellekt.
De los anteriores 152 contra políticos, entre ellos candidatos y precandidatos, y 371 contra funcionarios gubernamentales.
En cuanto a las agresiones, Etellekt registró 774 contra políticos y 429 contra funcionarios, dando un total de mil 203.
Es este periodo de campañas es el que muestra el mayor número de episodios de violencia contra políticos, sumando 590 a partir del 30 de marzo, cuando iniciaron las campañas, hasta la noche del 1 de julio.
Sin embargo, el pasado 22 de junio, ocho días antes de la elección, Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional electoral (INE), mencionó que la violencia existía antes del proceso electoral.
“Los procesos electorales se insertaron en un contexto de violencia que ya estaba ahí, el año pasado, con independencia de las elecciones, fue el más violento en la historia del país”, puntualizó.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que en el país contabilizaron 20 mil 439 homicidios dolosos, donde los asesinatos de políticos y funcionarios representan 2.5% de las muertes en todo el país, es decir, dos de cada 100 homicidios dolosos ocurrieron contra políticos y funcionarios.
Movimiento Regeneración Nacional (Morena) resultó el partido más afectado respecto a las agresiones en campaña con 171 casos (107 contra candidatos), de los 13 militantes asesinados, cuatro eran candidatos.
Sin embargo, durante todo el proceso electoral el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es considerado el más perjudicado, pues sus políticos sufrieron 200 agresiones y 52 asesinatos.
Según los reportes, la mayoría de las agresiones presuntamente las perpetró el crimen organizado,pues las ejecutaron grupos armados con violencia extrema y hasta tortura.
De igual manera Etellekt analizó si la violencia influyó de algún modo en la bdel electorado. Hallaron que 56% de candidatos y precandidatos agredidos eran opositores al gobierno con el cual contendían.
Durante las últimas 48 horas del proceso electoral -del 30 de junio al 1 de julio- perpetraron 16 homicidios contra militantes de los partidos: cinco del PRD (Partido de la Revolución Democrática) en el Estado de México, tres del PRI en Michoacán, uno más del PRI en Guerrero y un militante de Morena en Chiapas.
Los otros seis se desglosan de la siguiente manera: dos en Puebla, uno en Michoacán, uno en Quintana Roo, uno en Tabasco y uno en Guerrero; no los identificaron como simpatizantes de partidos.
El mismo domingo 1 de julio Etellekt contabilizó 138 agresiones en 27 estados del país, Puebla presentó 28 casos, es la cifra más grande.
En la presentación del estudio «Delitos Electorales, Incidencia y Evolución más allá de los Partidos Políticos», Rivas mencionó que hasta julio pasado hubo 152 políticos asesinados y 51 familiares de éstos.
El 63 por ciento de los agresores fueron grupos armados, el 12 por cierto de los políticos sufrieron tortura y violencia extrema y sólo en 7 casos hubo asesino solitario, establece el reporte.
Además, en el 75 por ciento de los asesinatos existió el sello característico de grupos de sicarios empleados por grupos de la delincuencia organizada.
La media nacional fue de 24 agresiones, aunque los estados de Puebla, Guerrero, Veracruz y Oaxaca superaron ese número.
Puebla tuvo el mayor número de agresiones contra políticos y candidatos a nivel nacional durante todo el proceso electoral con 125 casos, 16 por ciento del total nacional.
Aguascalientes, Colima y Nayarit son los estados con menos violencia política en este proceso electoral, según el Observatorio.
Del total de agresiones contra políticos, 185 fueron a mujeres y se concentraron en Puebla, y de todos los asesinados, 19 eran mujeres.