Para prevenir acoso escolar, bajo rendimiento y otras complicaciones en el ámbito escolar es recomendable evaluar el perfil psicológico de los hijos antes de elegir la escuela a la que ingresarán, consideró Jorge Rubio Reynoso.
A propósito del periodo de inscripciones al ciclo escolar 2016-2017 en la entidad, el presidente del Colegio de Psicólogos de Nayarit dijo que los padres de familia deben tomar en cuenta cuestiones de comportamiento, sociabilización y habilidades de sus hijos para conocer el tipo de escuela que un niño necesita.
En entrevista explicó que no reconocer algunas problemáticas, el carácter y comportamiento puede dar pie al acoso escolar o bullying, porque un niño hipoactivo tiende a ser la víctima ideal de los demás, y un niño impulsivo o agresivo detecta a estos niños y los convierte en sus atormentados
«Hay que poner atención que se deben llenar las necesidades del alumno y no la expectativa de los padres; hay niños que presentan déficit de atención, otros son hiperactivos, otros son pasivos, y otros tienen tendencias agresivas».
Destacó que se deben conocer los antecedentes de la escuela como cuántos alumnos hay, cómo ha sido el historial del lugar, pues en sitios donde acuden grandes grupos de alumnos es difícil hallar posibilidades de atención especial.
En grupos grandes disminuye la posibilidad de atender a niños hiperactivos, a quienes se les puede permitir que hagan dibujos u otra cosa mientas se desarrolla la clase, aunque están poniendo atención; o enseñarles control de impulsos a niños violentos.
Rubio Reynoso mencionó que cuestiones como ser hijo único, o por el contrario tener muchos hermanos, o si tienen mucha o nula habilidad para entablar relaciones sociales, podrían ser factores para lograr la sana convivencia y aprendizaje de los alumnos.
En Nayarit, sostuvo, las escuelas deben capacitar a los profesores para atender condiciones especiales, sin que necesariamente sean patologías psicológicas diagnosticadas, con la finalidad de lograr el desarrollo pleno de los menores.
«Sabemos que hay diferencias en la atención que brindan las escuelas privadas y las públicas, pero ambas deben considerar que no hay dos seres humanos iguales, y que el aprovechamiento es distinto, pero deben lograr el objetivo de enseñanza y formación», recalcó.
Dijo que las alternativas que existen para atender a estudiantes con necesidades particulares son actividades recreativas o formativas, o terapias, incluso familiares, fuera del horario de clases.
Resaltó la necesidad de que el sistema educativo reconozca las limitaciones que tiene su personal y trabaje con profesionales de terapia infantil, además de actualizar la metodología de atención de sus estudiantes para prevenir situaciones de discriminación o riesgo.