Quinto de la Quinta

Campeonísimo “Quinta Los Zapotes” se llevó todo en la Diamante “A”, además terminó invicto

Llegó la buena cosecha luego de una ardua labor, un largo campeonato de liga y el torneo de copa, pero tuvieron el momento de recoger los frutos.

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El domingo anterior se enfrentaron Prepa 1 y Quinta Los Zapotes en la final de copa que, a su vez, era asimismo de campeón de campeones, según previo acuerdo entre ambos protagonistas.

Siendo los mejores de las liguillas un domingo antes jugaron la final de liga siendo el triunfo para los de la Quinta, y esta vez Prepa 1 vendría por la venganza, deportivamente hablando, aunque solo quedó en eso.

La verdad es que los dos equipos se brindaron dentro del terreno de juego, llenos ambos de lo mejor de la baraja del fútbol local, el ganón anticipado lo fue el que tuvo la fortuna de estar ahí, en el perímetro de la cancha “Jesús Ceja”, presenciado esta clase de cotejo.

El primer capítulo de esta historia lo empezó a escribir Rigo Monteón, iban 7 minutos cuando prendió la esfera y la puso imposible para el portero de Prepa 1, Rosendo Saldaña, quien por cierto tuvo excelentes intervenciones en este encuentro, 1-0, así se irían al oasis a donde los mandó Marcelo Victorio.

En la segunda parte atacó el Prepa buscando el empate, pero Efrén “Patón” Herrera estuvo muy atento al cuidado de su meta y el cero permaneció, Yiyo Hernández hizo sus diabluras en la delantera pero sus diagonales merecieron mejor suerte.

A 14 del final un centro le botó mal a Enrique Lima y no logró el contacto, dos minutos después una jugada casi idéntica no fue rematada por este delantero, los que estaban en la grada se repartían las opiniones sobre este acontecer.

Otra vez le llega el centro a Lima, el portero estaba parado en el área chica, Enrique, lo que sea de cada cual, la tocó magistral y la redonda se fue por arriba del can cerbero y besó el empiolado, se aseguraba el triunfo de la Quinta Zapotes y se escribía el epílogo de esta historia.

Así, este cuadro se corona campeón de Copa, de liga y, por ende, de campeones sin haber perdido un solo juego, felicidad doble y justa y merecida recompensa para estos jugadores, especialmente para Rigoberto Monteón.

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