Se me atoró un tampón, ¡¿qué hago?!

Lamentablemente, es más común de lo que parece, y aunque no a todas nos haya pasado podría llegar a sucederte. A mí me sucedió dos veces y aquí te cuento cómo lo solucioné y qué puedes hacer tú.

Se rompió el hilo

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En la primera ocasión el hilo se zafó del tampón y nunca lo encontré. El tampón estaba adentro y al intentar retirarlo, lo fui empujando más con los dedos. Primero empecé a sentir pánico, pero luego investigué qué podía hacer.

Con ayuda de un espejo revisa si puedes ver dónde está. Después colócate en una posición relajada, puede ser acostada en tu cama o bien sentada en el baño.

Intenta pujar para lograr que salga a la superficie, normalmente es difícil que se vaya muy adentro, por lo que con esta acción lograrás que se asome y puedas tomarlo.

Evita introducir los dedos con fuerza en la vagina, pues puedes producir el efecto contrario y empujarlo más hacia adentro.

En esa ocasión me llevó más tiempo del que habría querido, pero el tampón salió sin problemas.

No puedo tocarlo, ni encontrarlo

La segunda ocasión que me sucedió, lo coloqué antes de ir a una fiesta. Después de un rato, en la fiesta, fui al baño a cambiarlo y no pude encontrarlo, no alcanzaba a tocarlo el hilo ni el tampón.

Seguí el mismo procedimiento, pero fue completamente en vano. Nunca pude alcanzarlo, ni sentir dónde estaba.

Me asusté mucho, pues empecé a temer que pudiera darme Síndrome de Shock Tóxico. Y me fui de la fiesta en ese momento.

Le hablé por teléfono a mi ginecólogo en ese momento de la madrugada y me dijo que no preocupara, que no era la única a la que le había sucedido, y que a la mañana siguiente acudiera al consultorio.

Aunque intenté irme a dormir, no pude hacerlo bien por el miedo de que algo grave me sucediera.

Al día siguiente el ginecólogo lo retiró con dificultad, pues me dijo que se había roto adentro de mi cuerpo y por eso no había podido sacarlo yo misma, lo cual parece ser que es muy raro.

Si a ti te llega a pasar que no puedes hacer nada para que salga, aguántate la vergüenza y acude a un especialista para que te ayude a sacarlo cuanto antes.

No es la primera vez que lo hará, y seguro podrá hacerlo más rápido que tú.

Cómo evitar que suceda

Al usar un tampón, asegúrate de que el hilo es lo suficientemente largo y esté bien sujeto, de este modo si llega a entrar más de lo normal, podrás jalarlo sin problema.

No lo uses para dormir o por la noche, pues si duermes de corrido, a la mañana siguiente podrías descubrir que se ha ido más hacia adentro.

Si tu flujo es abundante, puedes evitar utilizar tampones en los primeros días. Pues conforme el tampón se llena, se va subiendo y esto sucede con mayor rapidez en estos días.

Utiliza un tipo de tampón adecuado para tu flujo y cámbialo con regularidad. Si estás en los primeros días de tu periodo o tu flujo es abundante, sustitúyelo con más rapidez de la que indica el empaque, cada hora y media o dos horas.

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