La cadena de noticias CNN señala que el sismo de este viernes se pudo percibir de manera moderada en sus oficinas de Los Angeles.
Este sismo ocurre una semana después del temblor de magnitud de 7.1 que se registró en el sur de California. Usuarios de redes sociales lograron capturar el momento en que lámparas, candelabros, albercas se movían conforme avanzaba el sismo de la semana pasada.
El fuerte sismo que sacudió el sur de California la noche del 5 de julio sorprendió a los habitantes, incluyendo a una presentadora de televisión que reaccionó de manera inesperada en plena transmisión.
Después del sismo del 5 de julio se reportaron múltiples incendios en Ridgecrest, a unas 150 millas de Los Ángeles. El condado activó un centro de operaciones de emergencia.
El Departamento de Bomberos del Condado de San Bernardino también recibió múltiples informes de daños en las comunidades del noroeste del condado.
“Casas dañadas, grietas en cimientos, muros de contención abajo”, fueron algunos de los daños que enumeraron los bomberos. También se reportan cortes de energía localizados en Los Ángeles.
A pesar de los daños, no se reportaron víctimas por este sismo, el mayor en los últimos 20 años desde el de 7.1 de 1999, conocido como Hector Mine.
El temblor de 1999 y los sismos recientes se han registrado en zonas rurales de California, con poca población. A diferencia del de Northridge, ocurrido en 1994 en Los Ángeles, de magnitud 6.4 y en el que murieron 57 personas y 8 mil 700 resultaron heridas.
Falla de San Andrés
Cuando ocurren sismos en California se renueva el temor de los efectos de la falla de San Andrés, una deformación geológica que recorre alrededor de 1 mil 300 kilómetros. Se ubica entre California, Estados Unidos, y Baja California, en México.
Su existencia constituye uno de los fenómenos geográficos más interesantes del planeta, al ser un potencial riesgo de desprendimiento de masa continental. Se desplaza a una velocidad de 4.6 centímetros por año, imperceptible para el humano, pero ocasiona graves daños a la infraestructura ubicada alrededor de la falla.
La preocupación de sismólogos y geólogos radica en la forma cícilica en que la falla de San Andrés genera sismos de gran intensidad en esa zona, con una periodicidad aproximada de 150 años.