Sismo en Guatemala deja como saldo 5 muertos

El grupo Bomberos Voluntarios dijo que se confirmaron tres víctimas más que elevaron el total a cinco, cuatro mujeres y un hombre

Los cuerpos de socorro elevaron a cinco el número de personas fallecidas en Guatemala por un sismo de magnitud 6.6 que despertó y sacudió varios puntos del país, y causó daños materiales y derrumbes.

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El portavoz de los Bomberos Voluntarios, Julio Sánchez, dijo a periodistas que en horas de la tarde se confirmaron tres víctimas que elevaron el total a cinco, cuatro mujeres y un hombre.

Dos de las víctimas fallecieron en el departamento de Retalhuleu, un hombre indigente de unos 40 años al que le cayó encima parte de la fachada de una iglesia y una mujer que pereció por un ataque al corazón.

En el departamento de San Marcos murieron otras dos mujeres, una en el municipio de Malacatán por las fracturas que le ocasionó la caída de materiales y otra por un paro cardíaco, la misma causa de muerte de la última víctima que falleció por el temblor, en Quetzaltenango.

Estas cifras, resultado de unas evaluaciones preliminares que se prolongarán durante todo el día en Guatemala para llegar a los lugares más recónditos del país, arrojan además unos 609 afectados, 72 damnificados, 11 evacuados, siete heridos, 71 viviendas con daños y unos 50 derrumbes por varios puntos del país, sobre todo en la red vial del occidente.

El temblor de magnitud 6.6 se produjo a la 1:29 hora local a unos 156.3 kilómetros al oeste-noreste de Ciudad de Guatemala, en el departamento de San Marcos, fronterizo con el estado de Chiapas, aunque se sintió con fuerza en la capital guatemalteca y en países vecinos como México y El Salvador.

Desde entonces hubo al menos unas 10 réplicas entre las magnitudes de 3.8 y 5.1 en la escala de Richter.

El movimiento telúrico, cuyo hipocentro estuvo a unos 151 kilómetros de profundidad en tierra firme, ha provocado los mayores daños en las provincias de San Marcos, Suchitepéquez, Quetzaltenango y Retalhuleu, donde se han suspendido las clases, y ha obligado a las autoridades a decretar una alerta anaranjada (peligro) interinstitucional.

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