Solón Argüello forjó en Tepic la lucha a favor de Madero

Nicaragüense

En 1904 llegó a Tepic un joven nicaragüense que vino de Mazatlán.  Tenía 25 años de edad, y se presentaba como maestro de instrucción primaria. Aquí en Tepic solicitó y obtuvo su nacionalización mexicana.

El jefe político Mariano Ruiz lo empleó como profesor de la Escuela Superior de niños, que se ubicaba en la calle Juárez, (hoy Amado Nervo) y Zacatecas, en donde hoy funciona la Escuela Primaria Federal “Juan Escutia”, conocida también como “La Tipo”.

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De 1907 a 1910 fue director de dicho plantel, nombrado por el propio Mariano Ruiz.

Amigo de los líderes de la huelga de Bellavista en 1905

Citemos al historiador Enrique Hernández Zavalza: “Sobre Argüello,  el líder obrero Pedro Exiquio Elías, dijo que el nicaragüense como educador dejó una huella luminosa en los cerebros de sus alumnos. Solón Argüello descolló por inculcar en la escuela las ideas emancipadoras”.

Pedro Exiquio Elías es el inspirador de la primera huelga obrera del país, en la Fábrica Textil de Bellavista en 1905.

Solón Argüello y los hermanos Elías simpatizaban con la ideología de los anarquistas hermanos Flores Magón.

Fundó “Tepic Literario” para difundir las bellas artes

El día primero de enero de 1907 Solón Argüello ya familiarizado con la sociedad de intelectuales tepicenses como don Antonio Zaragoza y Rafael Maldonado entre otros, fundó el semanario “Tepic Literario”, para despertar el gusto de las bellas artes en el Territorio.

“Tepic Literario” contenía 32 páginas de nutrida y sana lectura, y figuraban textos de autores mexicanos y extranjeros.

En 1909, Solón Argüello publicó también aquí en Tepic “El Libro de los Símbolos” y poco más tarde, “El Cantor de las Islas”

El nicaragüense escribía poesía modernista, mientras se desempeñaba como profesor, combinando sus actividades políticas antireeleccionistas y su empeñoso afán de publicar sus revistas.

“Como periodista fue combativo y de alta agresividad”, refiere Hernández Zavalza en su libro “Nayarit, Periodismo”.

Al destierro por combativo

Mariano Ruiz, aquel gobernante que lo había cobijado años antes, lo desterró de Tepic en 1910, año en que se daría inicio a la Revolución Mexicana, considerando a Solón Argüello como un rebelde peligroso.

El nicaragüense viajó a la ciudad de México y se sumó en 1911 a las fuerzas maderistas que tomaron Palacio Nacional.

Algunos investigadores aseguran que Argüello fue secretario particular del presidente Francisco I. Madero.

Como influyente en el gabinete del presidente, y muy amigo de Gustavo A. Madero, hermano de Francisco, Argüello viene en 1912 a postularse para diputado por el distrito del  Centro del Territorio de Tepic, sin lograr el objetivo, ya que las traiciones contra Madero lo obligaron a replegarse a la capital del país.

No descansa contra la usurpación, se convierte en guerrillero

Al fraguarse la traición y posterior asesinato contra Madero en febrero de 1913, Solón Argüello no descansa en sus ideas revolucionarias, ahora en contra los usurpadores Victoriano Huerta y Félix Díaz y participa prácticamente como guerrillero  en  los hechos de La Ciudadela.

La Academia de Historia narra : “Como a las 10 de la mañana del 23 de febrero de 1913 andaba por las calles de Bucareli el “aventurero” Solón Argüello, seguido por cuatro individuos, haciendo propaganda entre los obreros para que tomaran las armas en favor del Gobierno. Aseguraba a los que se detenían a oírlo que el General  Félix Díaz estaba reducido al último extremo y en situación desesperada, y ofrecía buena gratificación a los que lo siguieran. De Bucareli tomó por San Rafael y San Cosme en busca de obreros”.

Asesinado sobre un tren en marcha

Pasadas apenas unas semanas de estos acontecimientos, Solón Argüello, que se había escondido del traidor Victoriano Huerta, reapareció en la capital del país, siendo aprehendido por fuerzas militares que lo acusaron de intentar asesinar al mencionado Huerta.

Lo apresaron y lo condenaron a la cárcel de Guadalajara. Sin embargo, fue engañado, ya que al salir de Buenavista en el tren, a la altura de la Estación de Lechería, ya en el estado de México, la tropa asesinó al nicaragüense que tuvo el orgullo de ser tepicense por adopción.

Un hombre ilustre que merece ser recordado como Héroe de la Revolución Mexicana, movimiento histórico por el cual dio la vida nuestro Solón Argüello.

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