Tener relaciones dos veces seguidas es la solución para mujeres que aún no han podido tener bebés

Para las parejas o mujeres que intentan tener un bebé sin éxito, intentarlo puede volverse una carga. Ver pasar los meses sin lograr un resultado puede llegar a ser frustrante e incluso causar momentos de conflicto.

Muchas veces se aconseja dejar pasar tiempo sin relaciones y sin que el hombre eyacule, para lograr mayor contrar de espermatozoides. Pero una investigación reciente indica que esto podría no ser lo más adecuado, pues en realidad la mayor movilidad y cantidad de espermatozoides se encontrará cuando la pareja acaba de tener relaciones pocas horas antes.

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El estudio, dirigido por el Dr. Da Li en la Universidad de Shengjing, desafía la sabiduría convencional de que abstenerse de tener relaciones sexuales entre los esfuerzos por concebir puede mejorar las posibilidades de éxito de una pareja.

Los investigadores observaron el semen de los sujetos individuales después de haberse abstenido durante varios días o solo una o dos horas, comparando el volumen de semen y la movilidad de los espermatozoides en las muestras.

Descubrieron que los espermatozoides nadan más rápido y son más propensos a fertilizar de una a tres horas después de la eyaculación. Esto se debe a que los espermatozoides producidos poco después de que un hombre eyacula tienen la mayor cantidad de proteínas que aceleran el movimiento.

De acuerdo con los resultados del Dr. Li, cuanto más largo es el semen fuera de los testículos, más vulnerable es su esperma al daño del ADN por el oxígeno, lo que podría dañar su capacidad de formar un embrión.

“Durante años, a los hombres se les ha aconsejado que limiten la actividad sexual para aumentar las posibilidades de embarazo”, dijo el Dr. Li. “Sin embargo, es hora de cambiar nuestras mentes”. Nuestros datos indican que las parejas con parámetros de semen relativamente normales deben tener relaciones sexuales frecuentes durante el período de ovulación.

“Podría marcar la diferencia en sus esfuerzos de tener una familia”.

Para analizar el impacto en la fertilidad, el equipo de investigación del Dr. Li también realizó un estudio con 500 parejas que se preparaban para la fertilización in vitro (FIV) en una clínica de fertilidad.

Le pidieron a los hombres de un grupo controlado muestras de semen después de varios días de abstinencia, mientras que los hombres del grupo en estudio se abstuvieron durante menos de tres horas antes de proporcionar sus muestras.

El equipo de IVF procedió como de costumbre con los dos tipos de muestra, usándolos para generar y luego implantar embriones. “Una tasa típica de nacidos en una cohorte de este tamaño es de aproximadamente el 30 por ciento”, dijo Li. “En la cohorte experimental, los nacimientos vivos fueron más altos en un tercio”.

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