Tras las huellas del padre Pascual

Véritas Liberabit Vos

Enclavado en el corazón de Mesa del Nayar, custodiado por las imponentes cumbres de la Sierra Madre Occidental que a esa altura permite ver el portentoso paisaje que ante tal majestuosidad nos remite a reconocer lo pequeño que somos ante la monumentalidad divina, ahí frente a la estatua del Rey Nayar y adjunto a la Capilla de La Santísima Trinidad de un marcado estilo tradicional que custodia con celo y orgullo el cráneo venerado de dicho héroe, ahí desde el año del 1970 se erige un complejo estructural que conjunta en sí mismo las tres virtudes cardinales, La Fe, La Esperanza y La Caridad en una sinergia y armonía que rebasa el sentir humano y toca las fibras más íntimas, me refiero a lo ahora conocido como “Centro de Educación Integral las Huellas del Padre Pascual”.

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Esta historia inicia a finales de los años sesentas del pasado siglo, cuando un visionario fraile franciscano de nombre Pascual Rosales Durán, siguiendo su vocación de ayuda al prójimo, visitó estos parajes de la sierra nayarita, recorriendo ranchería por ranchería, comunidades y rincones del municipio Del Nayar, ahí comprendió cuál era ese llamado que Dios le había hecho, y por lo tanto decidió quedarse ahí y hacer algo por toda esa comunidad que tanto necesitaba, en su gran sueño pensó que antes de ser evangelizada, la gente debe tener casa, vestido y sustento, luego posteriormente, brindarles una educación que les permita tener las herramientas necesarias para ser personas de bien en su comunidad o en cualquier lugar donde estén, convirtiéndolas en agentes de cambio promotores del bienestar y por ende de las Virtudes Cardinales.

Escogiendo Mesa Del Nayar como su corazón neurálgico, lugar céntrico para ser la sede de su fundación bautizada inicialmente como Misión Cultural de Mesa del Nayar, ahí literalmente juntando piedra con piedra en ese lejano y distante paraje, quemó sus naves y se entregó en cuerpo y alma a atender a niños huérfanos, abandonados, niños de escasos recursos, aquellos que había conocido en su largo caminar previo, primeramente comenzó con los niños y jóvenes Coras, después empezó a incluir grupos indígenas de Huicholes, y posteriormente se unieron también Tepehuanos y Mexicaneros, ya no solo eran niños nayaritas, también había de Jalisco y de Durango, no había ninguna limitante para que aquel albergue recibiera en su seno a tanta alma necesitada de amor, cariño y un cuerpo que requería alimento y abrigo.

Así con la bendición de Dios y el apoyo desinteresado de muchos voluntarios pudo nacer y sostenerse esta gran obra, donde el liderazgo de Fray Pascual toco y tocó puertas tanto en Nayarit y en otros Estados como Nuevo León y Coahuila entre otros, que unieron su benevolencia y fortalecieron este sueño que se convirtió en toda una realidad, Fray Pascual detectando las capacidades de muchos de estos niños gestionó apoyos de becas para que pudieran continuar sus estudios de nivel Medio Superior y Superior, forjando así un número importante de destacados profesionistas muchos de los cuales han regresado a sus comunidades a servir a su gente tal como era el deseo de aquél gran hombre, que fallece el 25 de septiembre del 2013 no sin antes dejar aparte de esa gran obra que es su legado, la indicación que sus ex alumnos tomaran las riendas de esa institución y que sin descuidar la filosofía que le dio vida, sacaran adelante esta magnífica obra, donde año con año se inscriben aproximadamente 120 alumnos de diferentes etnias y regiones y en un ambiente de respeto, inclusión, valores y sobre todo amor  reciben hospedaje, alimentación, vestido, calzado y la Educación Básica que los prepara para continuar su vuelo, con la guía de ex alumnos que agradecidos con todo lo que recibieron también entregan lo que saben en beneficio de esos niños y de su comunidad.

Es un gusto ver no solo a los niños en sus trajes típicos recibir las clases en forma atenta y respetuosa, sino ver el cariño con que tienen sus parcelas que con esmero cultivan como parte de esa formación, al igual que la cría y el cuidado que hacen de animalitos como cerdos o gallinas que orgullosamente muestran a los visitantes que asombrados conocen ese gran milagro que se da en ese paraje de la sierra del Nayar.

Sé que muchos corazones nobles han ayudado esta causa pero yo quiero reconocer en esta ocasión el trabajo que el Club Rotario Tepic 7012 ha tenido a bien realizar por esta gran obra, ya años atrás junto con clubes hermanos de Norteamérica pudieron dotar de resistentes literas, colchones, enseres y equipo de cocina que al día de hoy se conservan y han tenido una utilidad fundamental, en este año con el liderazgo del Dr., Jorge Sánchez y su esposa Lili junto con todos los socios y damas rotarias se han dado a la tarea de impulsar la construcción de una nueva nave de aulas y un laboratorio de computación que dará a este albergue una solidez y funcionalidad necesaria para todos esos niños, amén de una dotación importante de mesa bancos, libros, anaqueles, computadoras, tratamientos antiparasitarios, así como los víveres que impulsados por el Lic. Cuchillo Herrera frecuentemente se llevan a ese importante lugar.

El Club Rotario Tepic y los clubes hermanos de Norteamérica y Canadá se han unido en esta gran obra iniciada por ese ilustre visionario que ha dejado a Nayarit y al mundo una lección de vida y de amor hacia aquellos que tanto lo necesitan, ojalá estimado lector que algún día no lejano puedan conocer esa gran obra, el camino como dije es hermoso, solo hay que dar de sí antes de pensar en sí y seguir las huellas del Padre Pascual.

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