Un paseo por Tepic

La verdad… sea dicha

La antigua Plaza de Armas, hoy Plaza Principal de Tepic, es un lugar importantísimo para los capitalinos; aparte del comercio que se trabaja y que se extiende por toda la zona del centro, regularmente transitan por ahí miles de nayaritas todos los días, es un sitio emblemático y vivo; la gente acude lo mismo de compras, que a pasar la mañana o la tarde para sentarse plácidamente en una de las bancas del apacible espacio provinciano, para disfrutar del paisaje enmarcado por la Catedral de Tepic, los edificios coloniales y las fuentes de agua  cristalina que alegran el ambiente citadino. También dentro del primer cuadro está el edificio del Ayuntamiento de Tepic, lugar donde los amables tepicenses acuden para tratar de arreglar sus problemas con las autoridades municipales, aunque por estos tiempos los funcionarios que ahí despachan no tengan mucho que resolverles favorablemente. Según la historia, Tepic tuvo iluminación pública desde 1906, y al día de hoy, cuando cae la negra noche, la plena oscuridad en muchas colonias, es indicativo de la pobre administración que nos gobierna; bueno, hasta la Plaza Principal, cuando oscurece, podría estar mejor eliminada con un fósforo que con las modernas lámparas que se han instalado. Oiga, pero por desgracia, también se rumora que nuestro centro histórico de la ciudad ha servido para que las mujeres y los hombres dedicados al trabajo más antiguo del mundo tomen como ubicación alguna de sus esquinas para ofrecer sus servicios sexuales, y alguna que otra actividad prohibida; a decir verdad en qué parte del mundo no se ejerce la prostitución.

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En la Plaza ocurre de todo; manifestaciones sociales, y desde luego agradablemente eventos culturales, artísticos, bailes de danzón para las personas de la tercera edad. Tristemente también se ven injusticias, como el sonado caso de la señora de los elotes que fue detenida por policías municipales sin razón alguna, una historia que se volvió viral en redes sociales. En vez de dedicarse a molestar a la gente que trabaja, las autoridades municipales mejor deberían tratar de ver como ayudar a los indigentes que todos los días se la pasan hurgando entre los cestos de la basura, tratando de encontrar algo que comer. La Catedral de Tepic, el bellísimo monumento a la religión católica desde siempre ha sido el remanso para miles de nayaritas, el magnifico edificio ha sido testigo mudo de gran parte de la historia en la tierra Cora; lástima que hoy entre sus feligreses se esté difundiendo cierto odio en contra de las personas de la diversidad sexual, de los homosexuales, como si la Biblia no dijera que todos somos hijos de Dios, todo debido a que la Iglesia Católica no acepta los matrimonios igualitarios, no acepta que dos personas del mismo sexo se casen entre ellos, argumentando que sólo se trata de proteger a la institución familiar; en su religiosidad y su concepto de moralidad los clérigos dejan de lado la libertad de manifestación, y el precepto de Dios cuando dice en su mandamiento “Amaos los unos a los otros”.  Con sus fobias, la Iglesia, le quita a los gays el derecho a ser tratados y respetados como personas, y les echa encima a sus adeptos religiosos, lo que podría desatar problemas sociales, como si en nuestro México no tuviéramos tantas diferencias y desacuerdos entre hermanos. Aunque históricamente la Iglesia Católica ha sido por siglos parte fundamental en el atraso para el desarrollo de los mexicanos, y ha significado desgracias por su terquedad ideológica negada a la modernidad, postura que nada tiene que ver con los verdaderos designios de Dios.

Volviendo a nuestra Plaza Principal, la verdad es que el parque en parte se ha convertido en un mercado ambulante donde hasta el monumento de Amado Nervo ha sido ocupado como pretil para poner las ollas y las cazuelas tiznadas de los hermanos indígenas que se han instalado para vender comida, bueno, hasta la leña adorna el pie del monumento. Por cierto, en un posteo en su cuenta de Facebook, don Julio Casillas, el ministro de la información, respecto al monumento, molesto señaló: “Si no lo cuidan, que mejor lo cambien a la UAN, a la Ciudad de la Cultura, o bien a algún museo. Amado Nervo no merece este trato a su memoria”. Ni hablar, qué no se ve en esta Plaza pública que aún con todo, es visita obligada para los viajeros; un lugar donde parece que no ha pasado el tiempo; las bancas, los jardines, los edificios, la Catedral y las palomas nos recuerdan que Tepic todavía tiene el toque provinciano que tanto gusta a los turistas.

Rumores y diretes políticos

Para gracia o desgracia de los gobernantes, durante y después de sus andanzas en el poder, a la gente suele interesarle mucho lo que a estos angelitos les acontece en su vida personal y pública. No conformes con hurgar en el quehacer político de los líderes, los curiosos llegan a inventarles historias exageradas sobre su comportamiento. Por ejemplo: los mandatarios de los Estados y los políticos de alta alcurnia son por la importancia de sus responsabilidades y su calidad de figuras públicas, el blanco perfecto para la crítica callejera, esa que a veces los medios de comunicación no divulgan, pero que está en boca de todos: Que si el presidente es dueño de los hoteles más importantes, que si el ministro ya se compró una Isla. O simple y sencillamente musitan por ahí; el alcalde ya no se lleva bien con su bella mujer. Nunca faltan las afirmaciones espectaculares que entrelazan la realidad con la fantasía exagerada, para comentar los pormenores en la vida de los políticos y funcionarios, aunque no se tenga plena certeza de lo que se dice. Claro, en algunas ocasiones los mismos políticos dan pie a jocosos comentarios referentes a su personalidad: Vicente Fox, hizo historia por su manera tan desparpajada de gobernar, lo que le ganó el mote del presidente más iletrado que nos ha tocado en México; dicen, al panista siempre le costaron trabajo las relaciones públicas con sus homólogos de otros países, sobre todo si su adorada Martita no estaba presente para “bien” aconsejarlo; basta recordar aquella comunicación telefónica ya célebre, cuando don Chente sugirió al mismísimo Fidel Castro, aquello de “comes y te vas,” en una cumbre de mandatarios organizada en nuestro país. En lo que a escándalo se refiere, el sexenio de José López Portillo, pudiera ser catalogado como el más comentado en todos los medios de comunicación nacional, y lógicamente de ninguna manera podía estar fuera del escrutinio popular; el ex presidente Portillo y su familia dieron mucha tela de donde cortar, baste recordar que luego de “defender el peso como un perro” cuando se vino el problema de la devaluación, López Portillo terminó casándose aún en su avanzada edad, con una de las vedettes más famosas de México, mientras la primera dama, la controversial doña Carmen Romano, se llegó a murmurar, sin ser confirmado, acabó sus días contagiada de una enfermedad mortal debido a sus excesos y excéntricos amoríos, vaya usted a saber cual fue la verdadera realidad de la pareja presidencial. Uno de los acontecimientos más divulgados, es el referente a la muerte del tristemente célebre Luis Donaldo Colosio, de quien según dicen, fue un ex presidente el autor intelectual de su asesinato, rumor que al paso de los años, y en el sentir de muchos mexicanos llegó a convertirse en un reclamo nacional comentado desde luego, muy en lo oscurito. robleslaopinion@hotmail.com

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