Un símbolo de paz

Véritas Liberabit Vos

La Paz es un valor apetecido y deseado por la mayor parte de las personas que habitan en el planeta, Paz es un vocablo que nos remite a un estado, a un nivel social o personal en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, también se refiere a la tranquilidad mental de una persona o sociedad, definida de un modo opuesto, se puede decir que es la ausencia e inquietud, violencia y guerra.

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En el Derecho Internacional, este estado de paz es aquél en el que los conflictos con países allende las fronteras se resuelven de forma no violenta y particularmente se denomina así al convenio o tratado que pone fin a esa exacerbación del conflicto conocida como guerra, su raíz etimológica proviene del griego (eireyn) o irene, por lo que conoceremos como irenista a todo aquél espíritu conciliador que busque la paz.

La representación simbólica de este vocablo es la paloma blanca con un ramo de olivo en su pico; ya en la antigua Grecia dentro de su mitología la Reina Afrodita (Diosa del Amor) tenía como mascota una paloma blanca, la cual era sagrada y brindaba la suerte necesaria para que hubieses paz entre los humanos; esta imagen es coincidente con aquella paloma que mandó Noé para que diera señales si aquél diluvio que Dios había enviado como castigo al hombre por su desobediencia había terminado, regresando a él siete días después con una rama verde de olivo en señal de que la ira divina había terminado con un acuerdo tácito de paz.

Expongo lo anterior por la trascendencia que tuvo para la historia principalmente de Latinoamérica, la firma de la paz realizada en la Habana Cuba el pasado jueves 23 de junio  entre la guerrilla (FARC) y el gobierno colombiano dando así fin a más de cincuenta y dos años de lucha, sangre y dolor en aquél hermano país sudafricano.

Tal vez esta imagen del presidente colombiano juan Manuel Santos y el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC por sus siglas) Timoleón Jiménez alias Timochenco teniendo como testigo mediador a Raúl Castro Ruz fue poco valorada en el concierto mundial de las noticias que día a día suceden como cascada, pero que en el corazón de los colombianos representa un remanso de tranquilidad y esperanza después de convivir con la angustia y zozobra por más de medio siglo.

En un marco de conciliación y diálogo se aceptó que las FARC dejan de ser una guerrilla para convertirse en un movimiento político legal que pueda aspirar dentro de la opción democrática a ser considerada por la ciudadanía dentro de un ideario propio con un sesgo social y agrario de reivindicación.

Los principales puntos acordados en esta histórica reunión y que se contenían en una carpeta roja que se encontraba en las manos de cada uno de los personajes en cuestión manifestaban lo siguiente: Las bases de una reforma agraria conteniendo un programa donde sea factible el desarrollo rural; la aprobación para que las FARC puedan participar políticamente como movimiento social; Una estrategia para la revisión de los cultivos ilícitos y la conversión de las mismas en parcelas productivas, un modelo especial de justicia para que los jefes guerrilleros puedan pagar con penas de tipo restaurativo los delitos graves que hubieran cometido en el desarrollo de la guerra y lo más importante la finalización del conflicto con acuerdo mutuo de ambas partes.

Lo que anteriormente se ha expuesto es el resultado  de tres años y medio de intenso cabildeo donde era evidente que un encono de más de un siglo no podía quedar zanjado de buenas a primeras, quedando aún aspectos por detallar pero esto ha sido considerado por los expertos como situaciones mínimas a comparación de todo aquello que significaba esa feroz  lucha que dolía en la carne del pueblo colombiano.

Una misión de la ONU ha sido nombrada para verificar aspectos como la deposición de las armas por parte de la guerrilla, la ubicación de las tropas en ocho campamentos y veintitrés zonas donde se establece podrán incorporarse a la vida productiva y en las que podrán cumplir sus trabajos asignados aquellos que estén cumpliendo “sentencias” sin salir de dicha comunidad, llevar a cabo la transformación en un partido político y brindar las garantías de seguridad a todos los insurgentes que al finalizar esta guerra cambien su estatus a la de un ciudadano común.

Colombia ha dado un paso decisivo, se ha logrado un cese definitivo al fuego, su propia gente y el resto de la humanidad lo reconocen, incluso se dice que de todo el armamento que se entregue, e se concentrará para ser fundido y con ello se ha aprobado que se elaboren tres monumentos de los cuales no se ha precisado aún para dejar un testimonio de paz en el mundo.

Ojalá este acuerdo llegue a otros confines del planeta y podamos ver como el espíritu de amor al prójimo y de ayuda mutua pueda tenerse como idioma universal, un idioma que también sea un símbolo de paz.

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