El Observatorio de Rayos X de Chandra de la NASA ha demostrado ser una valiosa herramienta para el estudio de los escombros y remanentes de las supernovas. La G299, una supernova dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea , es la nueva imagen de este observatorio espacial en el que su reminiscencia de escombros forman lo que parecería una gran flor.
Los astrónomos piensan que una supernova de tipo Ia, como la G299, es una explosión termonuclear que implica la fusión de elementos y la liberación de grandes cantidades de energía –de una estrella enana blanca en una órbita y una estrella compañera–. Si la pareja de la enana blanca es una estrella como nuestro Sol, puede llegar a ser inestable y estallar con el material de su compañera.
Independientemente de su mecanismo de disparo, las supernovas de tipo Ia se sabe que son uniformes en su luminosidad extrema, por lo general eclipsando toda la galaxia donde se encuentra.
Modelos teóricos tradicionales de las supernovas tipo Ia, redicen que estas explosiones podrían ser simétrica y formar esferas casi perfectas en su expansión. Estos modelos han sido apoyados por los resultados captados por los remanentes como es el caso de la G299.