Una ola que parece tsunami

Véritas Liberabit Vos

Tal vez los líderes del Partido Republicano de los Estados Unidos jamás pensaron que el magnate de la industria de la construcción el estrambótico Donald Trump pudiera avanzar tanto en el camino electoral para ganar la candidatura a la nominación presidencial de este Partido cuyo símbolo es la silueta de un elefante.

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Ahora después de que el día primero de marzo Donald Trump haya salido victorioso de ocho de los once procesos electorales primarios de este ya tradicional evento conocido como “súper martes” donde prácticamente se ha adjudicado a la fecha un total de 319 delegados a diferencia de los que han obtenido sus cercanos opositores Ted Cruz Senador por el Estado de Texas 226, el Senador por Florida Marco Rubio 110 y el Gobernador de Ohio John Kasich que se va rezagando con un total acumulado de 25 delegados.

Desde el primero de febrero en que se iniciaron los procesos electorales y las asambleas primarias que son el mecanismo por medio del cual el Partido Republicano selecciona a su candidato presidencial, se han llevado ya 16 elecciones donde sorpresivamente Trump lleva ganadas 11, cifra por demás significativa que pone a pensar ya seriamente a los líderes de este Partido conservador quienes ya empiezan a cerrar filas por lo que puede ser su futuro para las elecciones de la Unión Americana programadas para el primero de noviembre donde no solo estará en juego la Presidencia Norteamericana sino que también se elegirán 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de la Cámara de Senadores donde en ambos ahora es mayoría este Partido.

El número clave de delegados con los que se debe contar para llegar a la Convención Nacional que se celebrará del 18 al 21 de junio en Cleveland Ohio es de 1 237 delegados quedando en juego de aquí hasta el 7 de junio día en que concluirán las asambleas y elecciones primarias la cantidad de 1777 delegados electorales, siendo un día decisivo este martes 15 ya que estarán en disputa los delegados de Ohio, Missouri y Florida con un total de 226 que podrían aumentar los nomios del ilustre candidato de la melena blonda ya que justamente se han hecho cambios en las reglas electorales de este partido donde de ganar una elección o asamblea por mayoría el destino de los mismos será directamente al candidato ganador y ya no en proporción a la votación.

Los exabruptos con los que Trump ha fincado su campaña manifestándose  como un rabioso defensor de la integridad de su suelo al hablar de expulsar a millones de trabajadores mexicanos inmigrantes y construir una enorme muralla en la frontera norte de nuestro país con cargo al erario nacional,  para evitar con ello el ingreso de personas non gratas al lado americano, su misoginia, igualmente el trato que ha dado a todo musulmán al que califica de terrorista así como a las minorías étnicas, su gusto y simpatía externado hacia la ideología del Ku Klux Klan y a su líder David Ducke junto a sus sentimientos racistas y sus prácticas hostiles, lo han convertido en un líder que ha llegado con ello a convencer a un cierto sector electoral molesto con el establishment y una anquilosada clase política, buscando enemigos comunes sobre los cuales fincar sus ataques y con ello dar aparentemente una sensación de nueva esperanza para los norteamericanos de clase media y aquellos grupos ultraconservadores que ven en el discurso del magnate una consolidación a sus sueños radicales.

Por todo lo anterior los líderes del partido empiezan a ver con temor lo que en un principio era para ellos una pequeña ola y que conforme ven pasar los días, esta se convierte en un tsunami de proporciones nada favorables si llegara a ganar la candidatura este polémico personaje, más cuando saben que es casi seguro que enfrentará como rival a Hillary Rodham Clinton quién luego de su paso victorioso en el supermartes se erige como la virtual candidata por el Partido Demócrata y que de acuerdo a las previsiones y las inferencias tendría un triunfo contundente sobre Trump en un margen casi de 7 a 3 puntos porcentuales lo que coloca en un plano muy desventajoso a los Republicanos sobre todo porque de la misma forma no solo se vería perdida la silla presidencial de la Casa Blanca, sino que como bloque de naipes se desmoronaría su mayoría actual en la Cámara de Representantes y en el Senado de la cual hoy son mayoría pero que de la mano con el candidato estarían en riesgo de perder.

Será necesario cerrar filas dentro de este Partido, reajustar estrategias y visualizar ahora si Marco Rubio ahora Senador por Florida y quién aglutina una gran parte de la aquiescencia del voto latino especialmente el de sus orígenes cubanos que ha sido una  fortaleza en sus aspiraciones electorales. Es ahora cuando el Partido hoy de oposición deberá mover sus cartas de una manera inteligente, ordenada y eficaz para evitar verse inmersos en un cataclismo que volverá alejarlos de la Oficina oval por lo menos otros cuatro años más.

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