Véritas Liberabit Vos
Y así como otros términos derivados de nuestra Historia, el sustantivo Malinchismo forma parte de nuestro vocabulario centrando sus raíces etimológicas en aquella joven que fue regalada a Hernán Cortes junto con otras 19 mujeres como tributo de guerra por parte de los tabasqueños una vez que fueron derrotados en abril de 1519 en la Batalla de Centla.
Cortés concedió a la joven Marina a uno de sus capitanes Alonso Hernández Portocarrero percatándose ahí que ella a diferencia de las demás mujeres dominaba tanto el náhuatl como el maya ya que había nacido en la frontera entre los estados aztecas del Valle de México y los estados mayas de la península de Yucatán, además de que siendo niña al morir su padre su padrastro la vendió a unos traficantes de esclavos los que a su vez la dieron como tributo al cacique maya de Tabasco, por lo que hablaba con fluidez su lengua materna el náhuatl y la lengua de sus nuevos amos la maya-yucateca, esto llamó la atención de Cortes quién al mandar de regreso a España a Portocarrero se queda con Doña Marina quien además asesoró a Cortés sobre las costumbres sociales y militares de los mexicas, lo que se conoce en la guerra como tareas de inteligencia.
Sin embargo la estrategia de Cortés no hubiera sido posible solo con Malinche, aquí juega un papel importante otro personaje no tan mencionado en nuestra Historia como lo fue Gerónimo de Aguilar, un fraile que participó en los primeros viajes hacia América en especial a las costas del Caribe, donde se sabe que regresando de una expedición de Juan de Valdivia encontraron una gran tormenta que hizo que naufragaran, solamente unos cuantos lograron salvar su vida llegando milagrosamente a las costas de Yucatán siendo ahí atacados por los nativos Cocomes sobreviviendo a ello solo dos personas Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar quienes lograron convivir con los nativos quedándose en esa región.
La Historia marca que al llegar Cortés a esas tierras sorpresivamente encuentra a estos dos españoles y los invita a unirse con él, solo Gerónimo acepta ya que Gonzalo Guerrero ya había formado familia. Cortés se percata que circunstancialmente tiene dos traductores naturales para comunicarse con mayas y mexicas mediante la triangulación de tres lenguas, del idioma español al idioma maya por medio de Gerónimo de Aguilar y del idioma maya al idioma náhuatl por medio de la Malinche y viceversa, lo que aunado al conocimiento de las creencias, costumbres, fobias y filias logró potencializar haciendo alianzas con los enemigos más feroces de los aztecas encarnados en los tlaxcaltecas quienes eran vasallos de los mexicas especialmente como tributarios de esclavos para las guerras floridas, de igual forma con los totonacas y su líder llamado el cacique gordo de Cempoala, que vieron en los españoles una opción de vencer la afrenta de ser súbdito de los aztecas.
Cortés veía a la perfección cristalizada la máxima “los enemigos de tu enemigo son tus amigos” para así capitalizar todo lo que los pueblos sometidos podían ver en los españoles como grupo reivindicador de orgullo y de poder.
El final lo conocemos, a pesar de que los españoles eran una minoría ya que no pasaban de mil lograron aliarse camino a Tenochtitlán y juntar más de cincuenta mil hombres, la presencia de caballos, armas de fuego, así como el capitalizar las predicciones religiosas sobre la llegada de personas de color y rasgos diferentes influyeron en ánimo derrotista local, unida a una epidemia de viruela que mermó grandemente las fuerzas de los guerreros águila, dieron como resultado que en 1521 la Gran Tenochtitlán cayera dominada por las huestes españolas, donde definitivamente tuvo mucho que ver el personaje de la Malinche y el de Gerónimo de Aguilar como guía de lenguaje y conocimiento del habitante de esta región, de esta singular acción se desprende de México para el mundo un término muy propio y no agradable de nuestra Historia: “El Malinchismo”.