Cartas de civilidad

La verdad… sea dicha

En uno de estos días de asueto me puse a dar una limpiadita al viejo librero que heredé de mi padre Sergio, quien como ya le he platicado amable lector, fue maestro normalista con especialidad en lengua y literatura, así que ya se imaginará usted la cantidad de libros que dejó a mi cuidado; ciertamente los he leído todos, muchas veces, pero hurgando en el librero, por mera casualidad encontré un pequeño libro que precisamente le tocó llevar a mi padre como alumno en su educación  primaria allá por el año de 1954, es un ejemplar titulado: Libro Cuarto “SABER LEER”, así que ni tardo ni perezoso me puse a ojearlo con singular curiosidad. Oiga, no cabe duda que en aquellos tiempos había una especial preocupación en las autoridades educativas por fomentar lo valores humanos,  morales, por inspirar en los niños la educación y el respeto hacia sus semejantes; aquellos libros eran un templo de sabiduría dedicado a la civilidad. Entre tantas joyas literarias que habitan en el añejo libro encontré; “LA CALLE” (Carta a mi hijo) del escritor italiano Edmundo De Amicis. Aquí le transcribo tan original escrito:

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Te observaba desde la ventana esta tarde al volver de casa del maestro; tropezaste con una pobre mujer. Cuida mejor de ver cómo andas por la calle. También en ella hay deberes que cumplir. Si tienes cuidado de medir tus pasos y tus gestos en una casa, ¿por qué no has de hacer lo mismo en la calle, que es la casa de todos? Acuérdate Enrique: siempre que encuentres a un anciano, a un pobre, a una mujer con un niño en brazos, a un impedido que anda con muletas, a un hombre encorvado bajo el peso de su carga, a una familia vestida de luto, cédeles el paso con respeto; debemos respetar la vejez, la miseria, el amor maternal, la enfermedad, la fatiga, la muerte. Siempre que veas a una persona a la cual se le viene encima un auto, quítale del peligro, si es un niño; adviértele, si es un hombre. Pregunta siempre qué tiene el niño que veas solo llorando. Recoge el bastón al anciano que lo haya dejado caer.

Si dos niños riñen, sepáralos; si son dos hombres, aléjate para no asistir al espectáculo de la violencia brutal que ofende y endurece el corazón. Y cuando pase un hombre maniatado entre dos guardias, no añadas a la curiosidad cruel de la multitud, la tuya: puede ser un inocente. Cesa de hablar con tus compañeros y de sonreír cuando encuentres, o una camilla de hospital que quizá lleva un moribundo, o un cortejo mortuorio,  porque ¡quién sabe si mañana no podría salir uno de tu casa! Mira con reverencia  a todos los muchachos de los establecimientos benéficos que pasan de dos en dos, los ciegos, los mudos, los raquíticos, los huérfanos, los niños abandonados; piensa que son la desventura y la caridad humana los que pasan. Finge siempre no ver a quien tenga una deformación repugnante, ridícula. Apaga siempre las cerillas que te encuentres encendidas al pasar; el no hacerlo podría costar caro a alguno. Responde siempre con finura al que te pregunte por una calle. No mires a nadie riendo; no corras sin necesidad y no grites. Respeta la calle. La educación de un pueblo se juzga, ante todo, por el comedimiento que observa en la vía pública. Donde notes falta de educación fuera, la encontrarás  también dentro de las casas.

Estudia las calles, estudia la ciudad donde vives, que si mañana fueras lanzado lejos de ella, te alegrarías de tenerla bien presente en la memoria, y de poder recorrer con el pensamiento tu ciudad, tu pequeña patria, la que ha constituido por tantos años tu mundo, donde has dado tus primeros pasos al lado de tu madre, donde has sentido las primeras emociones, abierto tu mente a las primeras ideas, y encontrado los primeros amigos. Ella ha sido una madre para ti: te ha instruido, deleitado y protegido. Estúdiala en sus calles y en su gente; ámala, y cuando oigas que la injurian defiéndela. Tu padre.

Tepic y su mal drenaje

En varias colonias de la ciudad capital Tepic se han presentado problemas con las tuberías del drenaje, en muchas calles el agua negra sale de las alcantarillas despidiendo olores fétidos que la ciudadanía  debe aguantar. También en el centro, por las tardes,  en algunas de las calles los olores se vuelven insoportables; esto sin duda es un problema que las autoridades municipales deberán resolver a la brevedad, antes de que más tuberías colapsen y la ciudad quede en medio de un mundo de suciedad, algo que es  todavía peor al incontable número de baches que adornan a la capital de Nervo. Desde hace muchos años, las administraciones que han llegado al Ayuntamiento  han mostrado su preocupación por resolver el problema de las viejas redes de tubería de drenaje; han hablado de grandes inversiones, de importantes proyectos, de modernidad y urbanización real, pero de ahí no ha pasado. Puras promesas que no resuelven nada. Hoy las cosas tal parece no serán tan distintas con un gobierno municipal que asegura estar endeudado hasta las cachas. Y la pregunta siempre es la misma, ¿A dónde van a parar los impuestos que entregamos los ciudadanos? Los tepicenses sabemos de sobra cuáles son las respuestas cuando exigimos soluciones en la problemática municipal, es la misma historia de siempre; la culpa es de los que se fueron porque dejaron las arcas vacías, no proyectaron nada, estas excusas son demasiado trilladas para seguirlas repitiendo. Hoy la ciudadanía debemos exigir que los gobernantes se pongan las pilas y busquen solucionar los problemas municipales como sea, esa es su tarea, así recibieron la administración, y tras su compromiso electoral no caben los pretextos para no sacar adelante a la capital nayarita. Hoy promocionan por todos lados la “Capital del Cambio” y más que un anuncio con tintes políticos sus frasecitas debieran ser una realidad para los tepicenses.

De vuelta a la realidad

Para muchos nayaritas esta Semana Santa les ha resultado fabulosa, mucho mar, gran diversión y descanso merecido. Quienes tuvieron la oportunidad de salir de vacaciones sin tener que pedir prestado y con solvencia económica, qué bueno. Lo triste viene para quienes tendrán que llegar a pedir ayuda a las casa de préstamo; aquí es donde los agiotistas mayores hacen su agosto en mayo. Al pedir el préstamo ya se sabe que el cliente pagará tres veces más de lo que pida, y eso si no se atrasa en sus abonos. Por desgracia no hay quien frene los abusos de las casas de préstamo que ante la pobreza de tantos nayaritas terminan dejando a medio mundo sin bienes.

Cafeteando la noticia

Ayer en su cuenta Facebook, el gobernador Roberto Sandoval Castañeda publicó; “Agradezco al subsecretario de SEMARNAT, Cuauhtémoc Ochoa, logramos gestionar un nuevo relleno sanitario para Bahía de Banderas, beneficiando a toda la gente de la región. Son 40 millones de pesos y seguro que sí, vamos por más para cuidar el medio ambiente, mejorar el lugar donde vivimos y la calidad de vida de los nayaritas”. Bien por el trabajo de gestión que día con día realiza el mandatario Sandoval; el progreso de Nayarit se afianza con acciones como esta. Hasta pronto. Para comentarios robleslaopinion@hotmail.com

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