Cuerpos localizados en fosa de Jalisco tenían dos meses enterrados

Raúl Sánchez, fiscal del estado, informó que hasta el momento sólo se ha practicado la necropcia al cuerpo de la mujer, pero aseguró que los cadáveres tenían entre 45 y 60 días enterrados en la finca asegurada

Tras la localización de 10 cuerpos en una fosa clandestina encontrada en una casa deshabitada de la colonia Santa Elena de la Cruz, en el municipio de Guadalajara, la Fiscalía de Jalisco inició con el proceso de identificación de los cadáveres.

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El fiscal del estado, Raúl Sánchez Jiménez, informó que hasta el momento sólo se ha practicado la necropcia al cuerpo de la mujer pero aseguró que los cadáveres tenían entre 45 y 60 días enterrados en la finca asegurada.

Hasta ahora no se ha logrado la identificación de ninguna de estas personas ni el móvil del multihomicidio, sin embargo, el Fiscal indicó que por la forma en que fueron encontrados los cuerpos, envueltos en cobijas y bolsas de plástico, podría estar vinculado con la delincuencia organizada.

Según la investigación abierta, los anteriores inquilinos de la finca ubicada en el cruce de las calles Oviedo y Béjar eran un hombre, una mujer y unos niños; además, según la declaración de algunos vecinos de la zona, era común que en la vivienda se juntaran algunas personas para consumir drogas.

Desde el viernes pasado la Fiscalía de Jalisco localizó algunos restos humanos dentro de la finca y los trabajos para exhumar los cuerpos se extendieron hasta la tarde del domingo.

En los últimos meses se han localizado diversas fosas clandestinas en la Zona Metropolitana de Guadalajara; el pasado 19 de julio fueron encontrados los cuerpos de 5 hombres y una mujer en una casa abandonada del fraccionamiento Villa Fontana de Tlajomulco, en los límites con Tlaquepaque.

Una semana antes, en el fraccionamiento Chulavista, también de Tlajomulco, se localizaron los cuerpos de 4 personas semienterrados en dos casas abandonadas.

El 6 de junio, las autoridades estatales encontraron 8 cuerpos enterrados en un terreno donde se construía una casa en el municipio de El Salto; en esa ocasión los cadáveres fueron envueltos con un material parecido al concreto y tirados como escombro.

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