De aclaraciones y de lo que en verdad necesita la UAN

Con Visión Ciudadana

Aprovechando el periodo vacacional que tomó la Universidad Autónoma de Nayarit, me gustaría expresar varios puntos que será de extrema importancia que la ciudadanía en general tenga presentes y recuerde cuando esta segunda etapa comience, puesto que como ya se ha difundido ampliamente, los recursos financieros ordinarios de la universidad no serán suficientes para terminar el año sin problemas, en atención a lo anterior todos debemos tener muy en cuenta lo siguiente;

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En primer lugar, a pesar de cualquier problema que pudiera presentarse, es meritorio mencionar y destacar el excelente papel que hasta ahora ha tenido el rector Jorge Ignacio Peña González, de acuerdo a lo prometido durante su campaña por la rectoría, el rector Nacho Peña, ha puesto en marcha medidas históricas en materia de transparencia y ordenamiento del gasto ordinario de la universidad, ha gestionado y construido nuevos espacios educativos y sobre todo ha logrado elevar considerablemente la calidad educativa en general, aún con las dificultades y deficiencias que atraviesa la universidad por herencia más que por ineficiencia. Definitivamente el timoneo firme del rector ‘Nacho’ Peña, tiene a la universidad en una posición mucho más favorable para resolver sus problemas de lo que estuvo previo a su toma de protesta no hay punto de discusión alguna, si la situación llega a ponerse mal, no podemos olvidar que sería 10 veces peor de no ser por la responsabilidad, prudencia y buenas prácticas del actual rector.

En segundo término, no podemos pasar por alto, que en un triple empate técnico, los afectados por esta crisis, son los estudiantes, los docentes y el personal ordinario de la máxima casa de estudios, puesto que si llega el momento, pareciera que siempre es lo más sencillo tomar la salida inmediata y poner un blanco en el sindicato de maestros y su líder Carlos Muñoz, o en el de trabajadores con el líder Luis Manuel, cuando la falta de pago, los bajos salarios comparados con la media nacional y la falta de becas y apoyos para mejorar su calidad de docentes, poco o mejor dicho nada tienen que ver con su operación ordinaria, con sus conquistas sindicales o con los sindicatos que lo único que hacen es buscar mayores beneficios para sus agremiados, en todo caso, tanto el SETUAN como el SPAUAN, son ejemplo de un sindicalismo verdadero, uno que agrupa, fortalece y promueve.

Finalmente, lo que no puede pasar por alto a ninguno de nosotros, es que la problemática de la UAN viene principalmente de la buena intención de alcanzar a satisfacer la demanda de los estudiantes, tener más maestros de los que reconoce la SEP, construir más aulas de las que reconocen las autoridades y recibir subsidios mucho menores a los que reciben otras universidades públicas en el país, difícilmente es culpa de la comunidad universitaria que día a día pone, marcha y lucha por dejar un legado trascendente en forma de estudiantes capaces, listos para servir en un mundo laboral altamente competitivo.

La universidad no necesita de cacerías de brujas, crucifixión de chivos expiatorios o indignación colectiva, la universidad necesita apoyo para seguir dando el servicio sobresaliente que hasta la fecha ha dado, apoyo tanto de la federación como del gobierno del estado y de la ciudadanía, que debe entender la problemática y no culpar a quienes están haciendo concesiones y luchando por sacar adelante uno de los mayores patrimonios de los nayaritas.

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