El alcalde de Tepic

Doble Negación

Francisco Javier Castellón Fonseca es el alcalde de Tepic capital de Nayarit para el periodo 2017 a 2021, cuatro años por única vez de acuerdo a las leyes cuya intención es empatar con el proceso federal de 2021.

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Personaje que ha competido en varias ocasiones por un cargo popular, es hasta ahora que logra ganar una elección luego de perder la Senaduría (aunque entró como primera minoría) y diputación federal. En la cámara alta de hecho llamó la atención porque supo hacerse de un tema de interés general como lo fue internet.

Académico de nivel, exrector de la Universidad Autónoma de Nayarit, las credenciales sobran. Quizá la más reciente fue la campaña en que menos se le vio caminando las calles, pero es en la que obtuvo más votos que sus contrincantes. Pero pasado el escrutinio viene la hora de gobernar.

Tiene claro algunos problemas de la capital nayarita: abastecimiento y servicio de agua, con infraestructura que data de muchos años y en algunos obsoleta sumado a una cartera de no pagos de parte de muchos consumidores.

El Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado de Nayarit, y su eterna líder, sin embargo el alcalde electo tiene claro que con ella no hubo compromisos para arribar a la alcaldía, por ello la negociación cambia.

El tema calificado por él mismo como su prioridad: la seguridad. Coordinación total con el gobierno del estado. Además sabe que carga con compromisos incumplidos de la administración de Polo Domínguez terminada por David Guerrero. La credibilidad y confianza de la ciudadanía pendiente de los resultados, algunos inmediatos.

Hombre de izquierda, marxista, preocupado porque las clases trabajadoras alcancen mejores espacios, Castellón Fonseca es un personaje diferente que viene a refrescar la escena política nayarita, y si bien no sabemos cuánto margen de maniobra tiene para su desarrollo, se esperan buenas cosas para la ciudad.

Y pese a que se descarte desde el inicio, sabemos que la posición de alcalde de la capital lo pone en la lupa para ser desde ya un precandidato a la máxima autoridad del Gobierno del Estado.

Tanto para el alcalde como para el Gobernador entrante, también es cierto que buena parte del ánimo social descansará en la selección y operación de sus respectivos equipos. Se junta además con un aspecto social que espera y exige resultados, un conjunto de hombre y mujeres que ha expresado en diversos foros que vigilará el cumplimiento de las promesas de campaña.

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