Fracaso del alumbrado público y la mala comunicación

Caldero Político

Es una gran verdad que un gobierno que aplica una estrategia de comunicación social exitosa y goza de aceptación popular, con el paso de los días  logrará aplicar planes y programas sociales con mayor éxito que aquellos gobiernos que mantienen a la sociedad desinformada y descontenta.

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La comunicación social en los tres órdenes de gobierno debe abordar dos frentes: el interno (quienes están en el Gobierno); y el externo (el público con el cual se quiere comunicar). En el frente interno, el consenso gira alrededor de un conjunto de objetivos claros y una fluida comunicación al interior permitirá al gobierno tener éxito hacia fuera, con la participación de empleados y colaboradores afines a un proyecto, mientras que en el frente externo el Gobierno deberá manifestarse a través de un discurso unificado, coherente, congruente,  preciso y claro.

Preparar la salida

Igualmente, la comunicación no sólo es importante durante la gestión administrativa y constitucional sino que también es muy relevante hacia el final de un mandato para asegurar ‘la mejor salida’ del gobernante. Para ello se requiere de una extensa experiencia en el desarrollo e implementación de estrategias de comunicación de Gobierno, a nivel estatal  y municipal, y la adaptación de los profesionales a esas tareas con eficacia y eficiencia. El pueblo exige información diáfana y transparente, hay que dársela con oportunidad y eficiencia.

Si en cantidad y calidad se comunica bien, además con la oportunidad necesaria, el pueblo sabe  qué es lo que se hace, cómo se hace, el destino y aplicación de las inversiones  y se comprende a fondo el propósito que nutre al gobierno para hacer tal o cual cosa, su dirección y enfoque.

Fracasa programa de alumbrado en Tepic

Un caso de una mala comunicación, que aparece con luces y sombras, es el programa de instalación de  20 mil luminarias LED para la capital nayarita.

El Ayuntamiento de Tepic que preside Leopoldo Domínguez no ha sabido comunicar qué pasa con este esquema y sus avances por lo que la percepción social es que ha sido un rotundo fracaso pese a que se le han invertido (o se le invertirán) cerca de 150 millones de pesos.

Cuando en diciembre de 2015 se dijo que era tendente a modernizar el alumbrado público tepicense, con una inversión Público-Privada cercana a los 150 millones de pesos, la esperanza se centró en una posible capital segura, bien iluminada y amable con propios y extraños.

Sin embargo, al momento la famosa instalación de luminarias ha sido un fiasco y las críticas están a la orden del día contra el Ayuntamiento dado que la oscuridad y la inseguridad reinan en todos los barrios, colonias, ejidos y comunidades. Se refiere que ha sido un rotundo fracaso y un gran negocio para unos cuantos.

Dirigentes políticos y líderes de colonias reniegan todos los días por la oscuridad e inseguridad imperantes y no existe comunicación alguna que les aclare qué pasó con este programa y porqué está paralizado.

Promesas incumplidas

Recordamos que se buscaba sustituir e instalar 20 mil 337 luminarias en todo el municipio con equipos de tecnología LED certificadas para un menor consumo de electricidad. Las nuevas luminarias tendrían una garantía de 15 años y se instalaría un centro para reparar o remplazar las lámparas defectuosas, de lo cual no se sabe nada.

Incluso agregaron los funcionarios municipales que las luminarias fundidas se cambiarían en menos de 72 horas en  las zonas urbanas y en un máximo de 5 días en las comunidades rurales. Además  se comentó que la renovación de alumbrado público sería inicialmente para aquellas  colonias que cumplieran con el pago de sus impuestos de predial y agua potable, pero ni las buenas ni las malas son atendidas.

Aparte del freno a este programa, se carece de comunicación exacta de las causas y desajustes que provocaron el fracaso de su aplicación.

VEREMOS Y DIREMOS.

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