El Gobierno federal de Estados Unidos desea revisar los registros médicos de Lance Armstrong sobre su tratamiento de cáncer testicular a fin de averiguar si sus médicos sabían desde 1996 que el ciclista usaba drogas para mejorar su desempeño.
Documentos legales indican que los abogados del gobierno pidieron el 30 de julio a la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, donde se trató Armstrong, que entregara el historial médico del ciclista y revelara las donaciones que hizo posteriormente a la institución.
La petición formaba parte de una demanda legal del gobierno estadunidense por recuperar millones de dólares que U.S. Postal Service pagó en patrocinios a los equipos de Armstrong entre 1998 y el 2004. Las sanciones podrían acercarse a los 100 millones de dólares.
Los abogados de Armstrong han solicitado a un juez en Washington, D.C. que rechace el reclamo de pruebas. Consideran que la publicación de registros es una violación a la privacidad y subrayaron que Armstrong confesó en 2013 haberse dopado para ganar el Tour de Francia siete veces. En un testimonio dado el 23 de julio, Armstrong admitió haberse dopado desde antes de 1996, escribieron sus abogados.
“Esos documentos son irrelevantes al asunto de este litigio y la petición no es nada más que un intento por acosar a Armstrong, lo que causa un retraso innecesario e incrementa innecesariamente el costo de este litigio”, apuntaron los abogados de Armstrong.
La petición de registros médicos se da en una última racha de reclamos del gobierno por documentos y testimonios a medida que el caso se acerca al final de la fase de recopilación de evidencia. El gobierno también solicitó la semana pasada los testimonios de ejecutivos de ex patrocinadores de Armstrong, incluidos Nike Inc., Trek Bicycle, Giro Sport Design y Discovery Communications, que retiraron el patrocinio al equipo de Armstrong en 2005.
Tales reclamos no nombra a funcionarios específicos de las compañías, pero les permite elegir a la “persona más informada” para que discuta los acuerdos de patrocinio y si la compañía sabía con anterioridad si Armstrong de dopaba.
La demanda con informante fue presentada inicialmente por Floyd Landis, su ex compañero de equipo, y a ella se le sumó el gobierno federal en 2013. Se espera que el caso no llegue a juicio antes de 2016.
Si bien Armstrong ha admitido haberse dopado desde antes de 1996, se cree que la solicitud del historial médico y de lo que Armstrong dijo a los médicos podría formar parte de un esfuerzo por desentrañar una conspiración mucho más grande para ocultar las irregularidades en que incurrió el ciclista.
Cuando le diagnosticaron el cáncer por primera vez en 1996, Armstrong acudió a la Universidad de Indiana, donde el médico Lawrence Einhorn había creado un tratamiento avanzado para el tipo de cáncer testicular que se había expandido al cerebro de Armstrong.
Betsy Andreu, esposa del ex compañero de equipo de Armstrong, Frankie Andreu, testificó en 2005 en un caso de arbitraje que en una ocasión ella se encontraba en un cuarto de hospital con Armstrong y otros cuando el ciclista le dijo a sus médicos que había consumido esteroides y otras sustancias prohibidas.
Armstrong niega categóricamente que esa conversación haya tenido lugar, pero la afirmación de Andreu fue uno de los alegatos clave de dopaje que giró en torno a Armstrong por años. Ella repitió su afirmación en una declaración jurada ante la Agencia Antidopaje de Estados Unidos en la investigación de 2012 que expuso el dopaje de Armstrong y por la que fueron eliminadas sus victorias del Tour de Francia.