La caña nayarita fruta que en el país se utiliza para la cocina decembrina, ponches, postres o colación de piñatas, que se distingue de la industrial, por su consistencia y sabor.
La jícama que se consume como golosina o preparada, principalmente en esta temporada navideña, procede en su mayoría de Nayarit, que suma una producción superior a las 51 mil toneladas, señaló el delegado de la Sagarpa, Sergio Mendoza Guzmán.
En entrevista con Notimex, el funcionario federal dijo que la jícama nayarita ocupa el primer lugar nacional, con una superficie cosechada de mil 813 hectáreas, con una producción de 51 mil 75 toneladas en el 2013, y más de 58 mil toneladas para este ciclo otoño-invierno.
En cuanto al valor de la producción, Mendoza Guzmán precisó que en el 2013, en el ciclo otoño invierno, se calculó en más de 57 millones 998 mil pesos.
En 13 estados del país se cosecha este tubérculo: Baja California Sur, Campeche, Colima, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Morelos, Estado de México, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán.
Nayarit ocupa el primer lugar nacional de producción, seguido por el estado de Veracruz, que cosecha y siembra una superficie de sólo 777 hectáreas y produce 23 mil 595 toneladas, con ganancia de 31 millones 779 mil pesos.
El tercer y cuarto lugar de producción lo ocupan Michoacán, con dos mil 160 toneladas, y Guerrero con mil 802 toneladas de jícama; Puebla 818 toneladas, Morelos produce 596 toneladas, Guanajuato 522, Colima 472, el Estado de México 121, Baja california Sur 120, Campeche 84 y Yucatán 38.5 toneladas.
Quintana Roo es el estado que ocupa el treceavo lugar, ya que con una superficie de tres hectáreas produce 8.4 toneladas y la cosecha se valúa en 16 mil pesos.
Este tubérculo se cosecha todo el año en Nayarit, en dos periodos primavera-verano y otoño-invierno, en los municipios de Tepic, Santa María del Oro, Acaponeta, Tecuala, Rosamorada y Tuxpan, que es el principal productor porque aprovecha las vertientes del río San Pedro.
Apenas hace 10 años inició la siembra con carácter agroindustrial, afirmó el funcionario, quien resaltó que inicialmente sólo en Tepic se realizaba la actividad.
Detalló que la producción creció a partir de la demanda nacional como golosina, en centros de consumo como Guadalajara, México, Puebla, Monterrey, Tijuana, Querétaro, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato y otras ciudades.
En estas temporadas, para las veladas en el santuario de El Pichón, la gente acostumbraba a ir hasta allá y recoger jícamas; existía incluso un adagio que decía: trajiste jícamas del Pichón, porque supuestamente allá se compraba, comentó.
Mendoza Guzmán resaltó que las jícamas tienen propiedades, ya que es una fruta suculenta, nos aporta una cantidad importante de contenido hídrico, es digerible y puede facilitar el gasto digestivo, afirmó.
En Nayarit es común que éste tubérculo se expenda en las esquinas de las ciudades, en bolsas por kilos, o preparadas como ensaladas en vasos que se pueden combinar con limón, sal, salsas preparadas con chiles piquines, o especiales con cacahuate.
Juan López, un menor oriundo de Tepic, junto con otros jóvenes, se dedica a vender jícamas, o frutas de temporada, en los principales cruceros de la ciudad.
El niño ofrece las bolsas a 10 pesos con cinco o seis jícamas, dependiendo el tamaño, aunque la arpilla, con más de 70 piezas, cuesta aproximadamente 120 pesos.
Estamos aquí desde la semana pasada, a las nueve de la mañana y hasta como las cuatro, traemos en bolsitas a diez pesos; las ofrecemos a los carros que se paran en el semáforo. Allá hay otros dos vendiendo y una señora aquí enfrente, explicó.
Debido a que es un cultivo permanente, la jícama es notoria todo el año, aunque en esta temporada aumenta la comercialización.
Otra de las frutas que en el país se utiliza para la cocina decembrina, ponches, postres o colación de piñatas, es la caña fruta, que se distingue de la industrial, por su consistencia y sabor.
Al respecto, el dirigente de productores de caña del ingenio de El Molino, Manuel García Nolasco, dijo que es caña blanca o habanera. Su consistencia es blanda, jugosa y las cañas de la molienda son más duras, fibrosas, tienen más azúcar pero la gente no las consume porque son más duras y las otras sí.
Asimismo dijo que la caña blanca solamente se siembra en 50 hectáreas de municipios como Tepic, Xalisco y Ahuacatlán, pero que en la mayor parte del estado se comercializa y consume como fruta del día.
García Nolasco dijo que éste cultivo no tiene regulación y que tampoco afecta a los productores industriales.
Mientras tanto, el delegado de Sagarpa en Nayarit, Sergio Mendoza, estableció que el estado es el productor más importante de caña fruta occidente, aunque no existen datos específicos sobre este cultivo.
El señor Miguel Ramos, adulto mayor, desde hace 46 años se dedica a la venta de frutas en la vía pública y desde hace dos semanas hasta el 19 de marzo venderá caña, porque en esa fecha se acaba, y vendo elotes, tamales de elote; ahora vendo caña, una es tatemada (quemada) y la otra es la cruda, pero es más dulce la tatemada.
Sobre esta variedad, dijo que era común que en las calles se ofreciera caña quemada, pero la práctica ha caído en desuso por los comerciantes jóvenes.
La nueva juventud ya no quiere vender tatemada, porque hay que llevarla al horno a las panaderías a que le tatemen y cobran 40 pesos por cada tercio asado, comentó.
En las calles del centro de Tepic, resaltan los puestos móviles de frutas, algunos son exclusivamente de cañas, asadas, crudas, o jugo frío de caña, que es uno de los derivados más difíciles de conseguir, porque muy pocos comerciantes se deciden vender, por lo difícil del proceso.