La pachanga de las encuestas

Caldero Político

En México -después de que las diversas empresas encuestadoras mostraron su fracaso en las pasadas elecciones, en las que la mayoría de las consultoras no acertó-,  esos ejercicios están muy  devaluados y desprestigiados: no gozan de la confianza de la gente.

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En esa ocasión, amigos, solamente  16 de las 31 encuestas, es decir 51.61% de las publicadas en medios de comunicación 21 días antes del día de la votación,  atinaron en el resultado del vencedor.

Seis de los siete estados donde las encuestadoras cometieron errores tenían algo en común:, los votantes decidieron sacar de sus gobiernos al partido en turno. En Chihuahua, Tamaulipas y Aguascalientes, el PAN desbancó al PRI, mientras que en Quintana Roo, Durango y Veracruz lo hizo la alianza del blanquiazul con el PRD.

En México no existe una clara respuesta de por qué los encuestadores electorales están cometiendo tantos errores, pero si de algo están convencidas las consultorías es que el origen no se encuentra en la metodología. Las encuestas sirven, pero a quien las paga, manifiestan los enterados.

En Nayarit, ya andan acelerados

Los políticos nayaritas, algunos con estrategias rústicas y primitivas, algunos más usando las armas tecnológicas del marketing, se postulan abiertamente ante la ciudadanía como aspirantes aunque algunos buscan ya la categoría de candidatos luego de los procesos internos de sus partidos o coaliciones. Los independientes también velan armas y aplican sus propias estrategias. A éstos la ley en lugar de abrirles paso les cierra caminos y parece que la democracia no es para ellos, les ponen freno antidemocráticamente y eso no es lo que la gente quiere. Las mismas oportunidades deben ser para todos por igual.

Juzga la gente que para Gobernador algunos han hecho, quizá, campañas anticipadas porque  desde hace tiempo ya andan moviéndose; en  Semana Santa se les verá, sin duda, en las playas y centros turísticos gastando sus ahorros o el dinero  de sus mecenas o quienes creen en su potencial para ocupar algún cargo de representación popular. Igual veremos a aspirantes a regidurías, diputaciones, alcaldías o de perdida una sindicatura.

Los partidos, como es de entender, velan armas, afinan sus estrategias y delinean sus plataformas de trabajo electoral, deshojando la margarita para seleccionar a sus candidatos, mujeres y hombres, que les permitan obtener los votos suficientes para la victoria.

Campañas de propuestas, no de lodo

Nosotros pensamos que es necesario que las campañas se enfilen a las propuestas, a las ideas, a las iniciativas; que prevalezca la inteligencia por encima de las diatribas, las ofensas, el golpe bajo o las calumnias; que sobresalga  la alteza de miras y las ideas y no las cosas negativas que a veces afectan hasta la vida privada.

Es lamentable que los espacios de radio, prensa, TV o medios electrónicos modernos como las redes sociales, Facebook, Twitter y otras, se utilicen para denigrar al rival, como una oportunidad ocasional para atacar al adversario en una táctica fija o estrategia dura que supone debilitará al rival  hará más fuertes a otros.

A la gente no le gusta que los políticos se peleen y suele dar la espalda a los convenencieros que se la pasan denigrando la política con embustes e inventos propagandísticos. El pueblo desea que se le hable con la verdad, que se le informe, que se le comuniquen ideas, no que la arena política se convierta en ring de arañazos, patadas o mordiscos.

Gastan un dineral

En campañas pasadas, hasta en las playas se vieron globos aerostáticos, aviones,  automotores, lanchas y un sinfín de artefactos con propaganda política de unas, de unos y de otras y otros, hubo de todo.

Se les olvida a los políticos que a la gente hay que hablarle claro y tendido, sin ambages ni rodeos, más a los nayaritas a los que no nos gusta que nos saquen la vuelta, pero  pese a ese buen deseo siguen los escarceos, las fintas y regodeos.

A los electores solamente nos queda esperar los tiempos que marca el organismo árbitro del proceso para poder opinar sobre base firme, no podemos quebrarnos la cabeza con tanto acelerado que anda por ahí. Todos tienen derecho dentro de la ley y a todos debemos respetar, pero que cada aspirante o candidato, también respete la inteligencia de la gente.

¿Es mucho pedir?

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