Antes de que te empieces a frustrar te tenemos algunos consejos si tu bebé no deja de llorar
Lo primero que tienes que saber es que desafortunadamente sí, es normal que tu bebé llore todo el tiempo.
Esto, asumiendo que ya haya sido revisado por el pediatra y él haya encontrado que se encuentra en perfecto estado de salud. Como mamá primeriza puede ser estresante y abrumador el tener a un bebé llorando todo el día a tu lado, sobre todo porque en un principio es difícil entender qué es lo que quiere o necesita.
Sin embargo es importante que sepas que todo mejora con el tiempo. Poco a poco irás entendiendo que llorar es la única forma que tu bebé conoce de comunicarse contigo. Así que lo usará cuando tenga hambre, frío, calor, sueño, adolorido, enfermo, incómodo o cuando simplemente te extrañe. Recuerda que pasó 40 semanas dentro de ti, estando tan pegado como es humanamente posible. Así que es normal que se sienta desconcertado por un nuevo mundo.
Cuando menos te lo esperes serás una experta en reconocer a qué se debe el llanto del bebé. ¿Hace cuánto tiempo comió? ¿Hace cuánto tiempo le cambiaste el pañal? ¿Su cuarto se siente frío o caluroso? ¿Repitió de forma adecuada después de comer? Si todas sus necesidades básicas han sido cubiertas, puede que sufra de algo llamado cólico. Se tiene la creencia que el cólico es un dolor de estómago pero realmente se define como un llanto sin explicación en un bebé saludable.
Si tu bebé tiene menos de 5 meses y llora durante 3 ó más horas seguidas, 3 ó más días a la semana durante al menos 3 semanas, es probable que tenga cólico. Aunque esto es normal, no es peligroso y es definitivamente pasajero, un bebé con cólico puede ocasionar que los papás se sientan frustrados al no poder calmar a su hijo.
Cómo controlarlo
Aunque un remedio seguro para el cólico es simplemente el paso del tiempo es imposible pedirle a los papás que aguanten ver a su bebé sufrir. Por eso te tenemos algunos remedios que puedes intentar para aliviar la situación al menos durante un rato.
Calcetín. Tal como a ti cuando tienes cólicos premenstruales, a los bebés les gusta sentir calor en su pancita. Intenta meter un calcetín al microondas durante 30 segundos para ponerlo sobre su pancita. Eso puede aliviar su cólico al menos durante un ratito.
Botella de agua. Si el calcetín no funciona siempre puedes intentar llenando una botella con agua caliente. Envúelvela en una toalla y ponla sobre tu abdomen. Después acuesta encima a tu bebé.
Masaje. Un masaje suave puede hacer sentir mejor a tu bebé, más relajado. Inténtalo empezando por la cabeza y continúa por el resto de su cuerpo.
Sonidos. Algunos bebés se sienten cómodos cuando escuchan sonidos que les recuerdan el latido de tu corazón o el ir y venir dentro de tu vientre. Consigue imitar estos sonidos con la aspiradora, la secadora de ropa, con sonidos naturales (como cascadas u olas de mar) o con una máquina de sonidos.
Calma. Si no responde bien a los sonidos, puedes intentar todo lo contrario. Un ambiente silencioso y oscuro que no lo sobreestimule.
Movimiento. ¿Tu bebé siempre se queda dormido en el coche? Puede ser momento de invertir en una silla o columpio con movimiento (no vibración). El vaivén de la silla seguramente lo mantendrá tranquilo. Otra opción es un portabebé que te permita llevar a tu bebé pegado a ti y tener las manos libres para hacer otras tareas en la casa.
Envoltura. Algunos bebés se siente abrumados con sus brazos y piernas. Evita que ese sea el caso de tu hijo envolviéndolo como un taquito. Pregunta a una enfermera en el hospital o en la oficina de tu pediatra, seguramente te enseñarán con gusto a envolverlo.
Baño. Un baño relajante puede hacer a tu bebé sentir mejor. Llena su tinita con agua tibia y dale un masaje mientras lo bañas con un jabón suave.
Chupón. Aunque algunos doctores y dentistas se oponen al chupón, en ciertas situaciones es imposible vivir sin él. Puede ser que tu bebé sienta calma y paz al succionar algo, así que un chupón puede ser tu salvación en los momentos de mayor estrés.