Nayarit lleno de “calenturientos”

Caldero Político

Sería inadmisible pensar o desear que el Instituto Estatal Electoral de Nayarit decrete la parálisis política del estado;  sería desatinado esperar que por decreto ponga fin a las sudorosas aspiraciones de quienes desean sacrificarse por el bien de la humanidad, por el bienestar del pueblo. Lo cierto es que en Nayarit nadie ni nada puede detener la actividad que se ha desatado ya en los frentes electoral y político. Sería ilógico pensar que alguien puede decretar la parálisis política del estado, dado que  eso parecería como alguien que se para frente a una enloquecida locomotora  con riesgo inminente a ser arrollado.

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MILES DE ‘SACRIFICADOS’

El Instituto Estatal Electoral (IEEN) ha sido acusado de no reaccionar ante la actividad que realizan la multitud de calenturientos que suspiran por un cargo de elección popular. De eso podemos desprender muchas preguntas. Una de esas tiene que ver con la cantidad de víctimas de las altas temperaturas que se registran en los cuerpos y almas de los aspirantes: ¿son uno, dos, tres, diez, cien o mil los aspirantes a una candidatura? La respuesta es definitiva: son miles y miles los que sudan las calenturas propias de quienes sueñan con los reflectores de una campaña electoral o más todavía, con el cobro de sueldos quincenales por el “sacrificio” de “servirle” al pueblo.

Son miles y miles los aspirantes a las candidaturas, y si no me cree nomás póngase a hacer cuentas. Las candidaturas pueden identificarse con un partido político o pueden ser independientes, y en este caso conviene empezar por hacer cuentas con los partidos políticos. Un partido político, si presenta candidatos a todos los puestos de elección popular necesita de cientos de personas: un candidato a la gubernatura, un candidato para cada uno de los 18 distritos electorales en el caso de las diputaciones por la vía de la mayoría relativa, y cada uno de ellos necesita tener un suplente: ya son 36 candidatos solamente en el caso de parte del Congreso. También requiere de una lista de 12 aspirantes a una diputación por la vía de la representación proporcional, los diputados “de regalo” como suelen decir por ahí. Un partido requiere también de 20 candidatos a las veinte presidencias municipales y a eso se agregan otras veinte personas que deben registrarse como suplentes. Junto a esos veinte se requieren otros veinte candidatos a las sindicaturas y estos también requieren de otros 20 suplentes. A eso se debe agregar una larga lista de candidatos a las 138 demarcaciones para regidor, que existen en toda la geografía estatal, a lo que se debe agregar otra lista con igual número de nombres, para que ocupen las suplencias. A eso debe agregarse la lista que cada partido debe presentar para integrar la lista de candidatos por la vía de la representación proporcional al cargo de regidor.

Los partidos al ataque

Como podemos ver, son cientos los nombres que requiere un partido para estar en todas las boletas a todos los cargos de elección popular en el estado. Si cerramos en 464 la cifra que representa la cantidad de cargos a los que sueñan los calenturientos, y si tenemos en cuenta que, para empezar, son 10 los partidos que van a participar en esta elección y si todos los partidos presentan candidatos a todos los cargos habidos y por haber, podremos concluir con que son alrededor de cinco mil los candidatos que se requieren por parte de todos los partidos para cubrir las candidaturas a todos los cargos de elección popular. Esos solamente son números que nos describen un escenario en el que todos los partidos postulen candidatos a todos los cargos de elección popular.

Pero no todo queda en aspirantes que luego se transforman en candidatos a cada uno de los cargos de elección popular. Son decenas de calenturientos los que se esfuerzan por ser registrados como aspirantes aun solo cargo de elección. Por citar un caso, el de gobernador: en el PRI hay varios candidatos, igual que en el PAN, en el PRD, y en otros partidos hay varios que gustosos aceptarían una candidatura al gobierno estatal, como en el caso del PT, el PRS, Morena, Movimiento Ciudadano, etc. Si eso ocurre en el caso de la gubernatura, cada caso debe multiplicarse por diez en el caso de las diputaciones por cada uno de los 18 distritos, igual que en el caso de las alcaldías, las sindicaturas, las regidurías de cada uno de los veinte municipios.  De esa forma, ya podemos suponer que por parte de los partidos existen 20 mil, 30 mil, 40 mil aspirantes que desean ser candidatos a lo que sea por el partido que sea. Aquí es donde la puerca tuerce más el rabo, que es en el tema de los independientes. A partir de esto es desde donde debemos empezar a pensar en lo que se dice en relación con la “pasividad” del IEEN en la acelerada vida que llevan los calenturientos del mundo electoral.

Todos sabemos que todos los calenturientos andan desatados en busca de realizar sus aspiraciones personales, algunos “por el bien de la humanidad”, otros solamente para “salir de pobres”. Por eso vemos que por todos lados saltan como liebres los que desean ser candidatos a un cargo público, pues ya les anda por ponerse al servicio de la gente, por empezar a dirigir los destinos de la humanidad algunos de ellos.

Un candidato en cada hijo te dio

¿Quién es el calenturiento que no anda desatado promoviendo su candidatura? Por todos lados vemos a candidatos como, como, como, como cualquiera que se les ocurra. No vamos  a inventar candidatos y tampoco ‘desaparecer’ del mapa por arte de magia. Sería una verdadera locura decir que en Nayarit nadie se mueve en pos de la gubernatura, en pos de los cientos de cargos de elección popular que están en disputa para el próximo año.

Frente a esa demencial actividad que realizan los aspirantes a cargos de elección popular, no hay Instituto Electoral que valga. Además, ni el IEEN ni el INE pueden poner fin a las calenturas de los que desean sacrificarse por el noble y buen pueblo. La democracia es el espacio en el que se puede mover todo mundo con libertad, claro, sin pretender agarrar ventaja de forma indebida.

Dicho de otra manera y a modo de conclusión: el IEEN NO PUEDE, NI QUIERE, NI DEBE, frenar las aspiraciones de nadie, no puede negar la libertad de actuar políticamente de quienes intentan sentar las bases para la realización de sus aspiraciones, personales, de partido o de grupo. La chamba no tiene por qué hacerla el IEEN, en todo caso esa tarea la deben hacer los boticarios, recetando miles de supositorios de neomelubrina. ¿O no?, ¿Usted qué opina, querido  lector?

VEREMOS Y DIREMOS.

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