“Soy muy exigente: me gusta tener una casa ordenada, y Tepic ahorita está muy desordenado y abandonado”, asegura el empresario

Jorge Richardi reiteró que es un ciudadano insatisfecho y decepcionado de los políticos, y afirmó que es tiempo de actuar en favor de Tepic; “al final de cuentas Tepic es mi hogar, es mi casa, y yo soy muy exigente en cómo me gusta que esté mi casa, me gusta tener una casa ordenada, y Tepic ahorita está muy desordenado y abandonado”.

“Estoy consciente de que la municipalidad trabaja con números rojos y no hay recursos, pero ha sido permanente el discurso de muchos alcaldes de que no hacen nada porque no hay dinero —lamentó—; yo les digo: hay que copiar casos de éxito de otras ciudades mexicanas que tienen una calidad de vida como de 25 a 30 años adelante de Tepic”, señaló.

En tal sentido, subrayó las deficiencias que se padecen en Tepic en los servicios básicos, como agua potable, aseo público, drenaje, alcantarillado, alumbrado y otros servicios que están en rezago absoluto, “y nadie hace nada para mejorar; ya es tiempo de que alguien actúe”, indicó.

Nacido hace 48 años, Jorge Richardi recuerda —en entrevista— que la casa que ocupaba con su familia constaba sólo de tres cuartos con techo de lámina y no contaban con servicios básicos, sobre todo drenaje.

“Mi infancia estuvo llena de limitaciones, pero tengo una frase que me gusta compartir con los jóvenes: la pobreza fue mi mayor fuente de motivación y de inspiración, jamás de limitación y ni de frustración”, afirmó.

Jorge Richardi aseveró que ha puesto todo su empeño en la educación, pues “siempre supe que la única herramienta que me iba a permitir salir de la  pobreza y las carencias era el estudio; por eso siempre fui un alumno destacado, siempre me gustó sobresalir y siempre he sido bien competitivo”, agregó.

“De esta forma, día a día, y cada vez que emprendo algún proyecto, lo hago tomando en cuenta que es el proyecto de mi vida; sin embargo, cada cierto tiempo me detengo y analizo; hoy reconozco que estoy en la mejor etapa de mi vida”, reveló.

“Siempre he dicho que hay que tomar como ejemplo los casos de éxito. Yo pongo como ejemplo de éxito a Corea del Sur, país económica y educativamente muy parecido a México, con la diferencia de que  ellos quisieron ser generadores e innovadores de su propia tecnología, trabajando desde los niños, logrando meterles ese chip de la excelencia en la cabeza, inyectándoles además la excelencia, la superación, el ser perfeccionistas, motivándolos a que  siempre se puede ser mejor”, refirió.

“Ese propósito también debería de ser parte de nuestro modelo educativo, inculcarles a los jóvenes, desde que están en la educación básica, el valor de la educación como la herramienta primordial para aspirar a un mejor nivel de vida”, sugirió.

Dijo Richardi que una de sus mejores decisiones ha sido elegir como su casa a Tepic, “una ciudad donde existen oportunidades para emprender ese sueño que tenía de ser empresario. Venía a Tepic a emprender un negocio y la gente me decía que estaba errado, que yo qué venía a hacer a Tepic”, relató.

“Eso fue en el año 2000. Opinaban que Tepic era un rancho al que le faltaban muchas cosas. Y respondí entonces que eso es cuestión de enfoques: donde unos ven carencias, yo vi la oportunidad  ideal para echar a andar ese sueño y proyecto para convertirlo en realidad, como hoy es la Universidad Vizcaya de las Américas”, refirió.

“En este momento, cuando me encuentro a esa gente que me decía que estaba equivocado, les digo que los errados eran ellos, porque con hechos demuestro, y con resultados, que yo estaba en lo cierto. Tepic en mi ciudad ideal”, puntualizó.