Roberto trabaja cerca del pueblo

Caldero Político

En estos tiempos los pueblos necesitan gobiernos cercanos y con acciones que se aproximen a sus demandas. Ya no se diga con soluciones adecuadas a las necesidades generales. Desde luego que el pueblo admira y reconoce a los servidores públicos de cualquier orden de Gobierno así como a los representantes populares que son sencillos, accesibles, atentos y responden a las exigencias diarias  de la sociedad. En síntesis, se ocupan funcionarios cercanos que además de escuchar a las personas les ayuden a resolver los problemas. Así de fácil.

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Recordamos que durante mucho tiempo en las diversas comunidades el liderazgo social recaía en los maestros, en los doctores, en los comisariados ejidales, jueces auxiliares  y en los sacerdotes, porque en ellos estaba  la confianza de las familias dado que eran los personajes que los atendían de primera mano, los oían y si no resolvían sus problemas cuando menos estaban atentos a la problemática popular se convertían en gestores.

Estas características convierten a quienes se comportan sensibles, humanistas y aproximados al pueblo como auténticos dirigentes sociales que luego, en las urnas –si es que buscan el respaldo de los electores–, cosechan votos y son seleccionados  para diversos cargos.

En Nayarit, mediante un auténtico movimiento popular Roberto Sandoval Castañeda logró ser legislador, Presidente Municipal y Gobernador gracias  al apoyo de la gente que le tiene sobrada confianza. Ya como servidor público sigue en la tónica de ofrecer programas sociales y esquemas de trabajo que benefician a los más pobres: a las familias en general, sin distingos.

Se le ve al mandatario estatal en los espacios populares departiendo con la gente, además de acudir al box, al fútbol o a  eventos de corte popular, conviviendo con los nayaritas en forma franca y disfrutando relajadamente de manera campechana y natural, sin poses. Eso es lo que le gusta a la gente. Pese a que ya lleva casi cuatro años de gobierno su tónica es la misma, como puede corroborarse.

Ojalá que esta forma de ser auténtica y original de Roberto Sandoval sea imitada por otros funcionarios del Gobierno Estatal, de los ayuntamientos, del Gobierno Federal, legisladores locales y federales y por todos los políticos dado que  ya que hay algunos que sienten  que ni Dios los merece.

Margarita Flores, con la gente

Por ejemplo, a  Margarita Flores, senadora priista de Nayarit se le observa muy quitada de la pena en los restaurantes o cafés consumiendo un sabroso Choco Milk y panecillos al lado de los consumidores locales, o desayunando en los lugares más modestos, Siempre amable y servicial, además de acudir a eventos populares donde ha sido invitada. Sencilla, como ha sido, no tiene ningún problema para ser reconocida por los comerciantes ni por la gente que la saludó y compartió con ella esos momentos. Nosotros la vimos hace poco  a la salida de la carretera Tepic-San Blas consumiendo unos sabrosos taquitos mientras se preparaba para su jornada que incluyó visitas a varios municipios. Su estilo es de acercamiento con las familias.

Eso es lo que deben hacer todos los políticos sean del signo que sean. Que no se les suba el cargo y estén cerca de la gente atendiendo y respondiéndole con hechos.

Este tipo de actitudes favorecen a los políticos que son auténticos y de verdad amables y comedidos con la gente.

En pocas palabras, el ejemplo de Roberto Sandoval debe cundir y ser una forma de vida de todos los funcionarios y legisladores, para que transformen la cara dura y el rostro de enojo que traen algunos por la alegría de servir a quien  realmente manda en México, el pueblo.

No se les olvide. Siempre cerca de la gente con sensibilidad y responsabilidad.

Veremos y diremos.

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