De las palabras a los hechos

Caldero Político

La praxis política es un proceso por el cual una teoría o una doctrina política se convierten en parte de la experiencia vívida, las ideas son probadas y experimentadas en el mundo real, seguidas de una profunda reflexión. Entonces, es un ejercicio en donde el pensamiento abstracto se conecta con la realidad. En pocas palabras, la praxis es pasar de las palabras a los hechos, de los planes a la realidad.

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Praxis proviene de un término griego y hace referencia a la práctica. Se trata de un concepto que se utiliza en oposición a la teoría. El término suele usarse para denominar el proceso por el cual una teoría pasa a formar parte de la experiencia vivida.

Trabajo de humanos, construir

La praxis es el conjunto de los actos humanos, organizados según diversas estructuras. De este modo, tanto la contemplación como la producción, tanto la teoría como la transformación del mundo son formas posibles de ese hacer primario que llamamos “praxis’’. Obviamente, la cuestión decisiva, desde este punto de vista, consiste en que digamos qué es lo que entendemos por “acto’’. ¿En qué consisten esos actos que integran la praxis humana?

Congruencia será entonces, pasar de las palabras a los hechos, de los dichos a las acciones, de las acciones a las obras y al desarrollo.

Para eso, desde luego, se requiere de planes, tácticas y estrategias, ponerse a trabajar dejando atrás las palabras, los discursos, las propuestas.

Tanto el mandatario Antonio Echevarría García como los diputados propietarios y suplentes, los alcaldes, regidores y síndicos, propietarios y suplentes, deben aplicar cabalmente lo que ofrecieron y cumplir al pueblo en sus expectativas de cambio, transformaciones, desarrollo y progreso integral.

Satisfacer necesidades y superar retos

No es nada fácil emprender acciones sobre caminos maltrechos o dificultades heredadas, pero hay que responder a las esperanzas de la gente en los 20 municipios. La praxis política consiste en aplicar día a día la experiencia propia y la de los colaboradores para generar respuestas a las familias. Los diputados legislando y modernizando el marco jurídico imperante más allá del amiguismo o de los compromisos, compadrazgos, corrientes, grupos o partidos. Respaldar las iniciativas del Ejecutivo Estatal tendentes a generar desarrollo económico y empleos. Favorecer todo aquello que convenga y beneficie al pueblo.

Los alcaldes, impulsar planes municipales de desarrollo que faciliten inversiones; prestar servicios públicos aceptables con seguridad y tranquilidad. Administrar bien los ayuntamientos para que no falte el agua, haya alumbrado y se recoja la basura. Fomentar el deporte, la cultura, la ecología y las artes. No endeudarse a lo loco ni apoderarse de la hacienda pública.

Un gobierno cercano a las familias

Por otra parte, Nayarit ocupa un gobierno estatal cercano a la gente, con sensibilidad y dispuesto a encabezar el desarrollo en todos los ámbitos no solamente en una u otra región: en todo el territorio nayarita. Hay confianza en que así será, sobre todo rescatando valores y principios que nos enorgullezcan, como la honestidad, la tolerancia, el diálogo, la confianza y el trabajo. Eso es lo que se verá cuando la praxis se aplique dejando atrás los discursos y las palabras; la gente quiere empleo, más espacios públicos para divertirse, practicar deportes o gozar de su libertad; exigen rendición de cuentas y transparencia. El pueblo quiere ser escuchado, atendido y que se le den respuestas.

El ideal de gobierno se materializará cuando se recupere la confianza en los políticos y la política, cuando se castigue a quien atente contra el pueblo y su patrimonio, cuando la ley se aplique pareja para todos sin distingos y se proteja al débil, al desvalido, al enfermo, al humilde.

Ojalá todo ello se haga realidad

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